Aún debe aprobarse en el Congreso de los Diputados
Tras la aprobación por parte del Gobierno del proyecto de ley para la reducción de la jornada laboral, CEHAT afirma estar "rotundamente" en contra, denunciando que no se han tenido en cuenta las particularidades del Sector. Los hoteleros manifiestan que la medida provocaría la imposibilidad de prestación del servicio de 24 horas y, por lo tanto, la imposibilidad de adecuarse a las necesidades y exigencias de los visitantes.
Este real decreto, tal y como señala la patronal hotelera española, no se adecúa a las necesidades sectoriales, ya que incide de forma directa en aspectos organizativos de las empresas para la prestación de servicios: "Un 75% del sector alojativo está constituido por empresas familiares y pymes, para los que resulta inasumible el incremento de costes y pone en riesgo su viabilidad económica".
El Sector alojativo subraya que en muchas zonas de España existe una creciente dificultad de incorporar personas por la falta de profesionales y, en muchas zonas turísticas estacionales (60% del total de plazas), es cada vez "más difícil" que vayan personas a trabajar en temporada debido al incremento de los precios de alquiler por la falta de viviendas en el mercado.
"Lo que el Sector necesita es que desaparezca la rigidez del mercado laboral para poder adaptarlo a las necesidades de los trabajadores y las empresas, flexibilizando las relaciones laborales, pues la rigidez, en muchas ocasiones, va en contra de los propios deseos de los trabajadores", afirman.
Intromisión en el diálogo
Por otra parte, CEHAT considera que la reducción de la jornada laboral es una "intromisión directa en el espacio del diálogo social que mantienen patronal y sindicatos desde hace muchas décadas". En este sentido, la Confederación advierte de que la situación privilegiada del Turismo en España no es fruto de la casualidad, sino de un diálogo entre administraciones públicas, empresas, sindicatos y un permanente esfuerzo de innovación y profesionalidad.
El presidente de CEHAT, Jorge Marichal, apunta que “solicitamos cordura y sentido común al Ministerio de Trabajo, alejándonos de criterios ideológicos y atendiendo a las particulares y especificidades del sector hotelero, del que debemos sentirnos orgullosos todos los españoles. El servicio que prestamos ha de ser de 24 horas, 365 días al año, en muchos casos, obligados por normativa sectorial. Nuestros trabajadores no están sentados en una oficina de lunes a viernes, sino prestando servicios directamente al público. España no puede poner en riesgo a los trabajadores, sino una mejora permanente para permitirnos competir y así poder seguir siendo el motor del progreso de nuestro país”.