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SEIS AEROLÍNEAS HAN DEJADO DE OPERAR

Iberia y Air Europa resisten en Venezuela a pesar de los impagos y la grave crisis

miércoles 01 de junio de 2016, 07:00h
Cuatro aerolíneas europeas operan vuelos a Venezuela en la actualidad.
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Cuatro aerolíneas europeas operan vuelos a Venezuela en la actualidad.
Iberia y Air Europa son, junto a Air France y TAP, las únicas aerolíneas europeas que siguen operando en Venezuela. Pese a los impagos y de la crítica situación del país, las españolas mantienen frecuencias. Se han marchado Latam, Alitalia, Air Canada, Lufthansa, Avianca Costa Rica y Gol Líneas Aéreas.
Las dos grandes compañías aéreas españolas, Iberia y Air Europa, resisten en Venezuela. Según confirman fuentes de ambas empresas a NEXOTUR, a día de hoy no hay intención de reducir o eliminar frecuencias a pesar del escenario económico del país y de las dificultades que vienen padeciendo desde hace años para repatriar los fondos retenidos.

Iberia, que según los últimos datos facilitados por International Airlines Group (IAG) tiene retenidos en el país 200 millones de euros, opera en la actualidad tres vuelos semanales desde Madrid al Aeropuerto Internacional de Maiquetía Simón Bolíva. Air Europa, por su parte, dispone de las mismas frecuencias, si bien no revela a cuánto ascienden los impagos del Gobierno venezolano.
Latam y Lufthansa, las últimas en anunciar la eliminación de sus conexiones aéreas


A diferencia de las dos aerolíneas españolas, en los últimos meses han sido muchas las compañías aéreas internacionales que se han marchado de Venezuela o bien han reducido operaciones. La última en anunciarlo ha sido Latam. Aduciendo al "complejo escenario macroeconómico que atraviesa la región", ha anunciado "la suspensión temporal y por un tiempo aún no definido" de sus operaciones en Caracas.

Las suspensiones, que se harán de forma gradual, concluirán el 1 de agosto de este año. Pese a su marcha, el primer grupo aéreo de América Latina subraya que considera a Venezuela "un mercado relevante", y por lo tanto, trabajarán para "retomar estas operaciones con la mayor brevedad y en cuanto las condiciones globales así lo permitan".

Un día antes fue Lufthansa la que decidió dejar de operar la conexión Frankfurt-Caracas ante "las actuales dificultades económicas y el hecho de que es actualmente incapaz de cambiar sus ganancias en moneda local a dólares estadounidenses para transferirlas fuera del país", reconoció. La suspensión, que será temporal, comenzará el próximo 18 de junio.

La deuda rondaba los 3.500 millones a finales de 2015

Ambas se suman a una larga lista de compañías aéreas que han abandonado el país en los últimos meses. Air Canadá, Alitalia, Avianca Costa Rica y Gol Líneas Aéreas han suspendido sus operaciones en Venezuela, mientras que American Airlines, Copa Airlines Colombia y TAP Portugal han eliminado algunas de sus conexiones. A día de hoy tienen presencia en este mercado un total de 18 aerolíneas internacionales, de las cuales tan solo cuatro son europeas: Air France, TAP Portugal y las españolas Iberia y Air Europa. El resto, a excepción de American Airlines, Delta Air Lines, United Airlines y Dynamic Airways, son latinoamericanas.

Según los últimos datos dados a conocer por la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA), el Gobierno de Nicolás Maduro adeuda a las compañías aéreas en torno a 3.550 millones de euros. Su director general, Tony Tyler, advertía a finales de 2015 que el impacto de estos impagos "es dramático". Además, denunciaba que "las políticas del Ejecutivo venezolano están provocando la paralización del transporte aéreo y privando a su pueblo de los beneficios económicos que podría traer". "Las opciones de vuelos están disminuyendo mientras que los ciudadanos y las empresas pagan cada vez más por volar como consecuencia de las políticas gubernamentales", aseguraba.

El Gobierno prohíbe desde el año 2003 la libre compra y venta de divisas. Por tanto, las empresas extranjeras se ven obligadas a solicitar los dólares que deseen repatriar a un órgano oficial. Los impagos comenzaron a ser frecuentes cuando comenzó a producirse un desplome del precio del petróleo, que aporta más del 90% de los recursos del país. A raíz de esto, el Gobierno empezó a cesar o retrasarse en los pagos, engordando cada vez más su deuda con empresas extranjeras.