Los nuevos hoteles, de cuatro y cinco estrellas, estarán ubicados en los estados de Virginia y Carolina del Norte y con esta operación el grupo hotelero español amplía a 70 sus hoteles en Norteamérica y a 182 su oferta de establecimientos en todo el mundo.
En este sentido, el consejero delegado de Barceló en EEUU, Bruce Wardinski, ha declarado que la compra de estos activos de Tidewater se ajusta a "los objetivos de crecimiento y completa el producto actual, mayoritariamente urbano, que incrementará en un 25% el portafolio de hoteles gestionados por Crestline Hotels & Resort".
Por su parte, el propietario de Tidewater, Thomas Lyon, se mostró convencido de que bajo la gestión de Barceló los hoteles "seguirán satisfaciendo las necesidades de los clientes" y podrán "aprovecharse de las ventajas" que les ofrece el grupo.