Algunos obvian a las empresas con las que no tengan un acuerdo
No obstante, también tienen su lado negativo. Un artículo de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) revela que muchas empresas lamentan que ponen el foco en la competencia en precios, más que en otras características de los productos.
Además, la red de reguladores británicos muestra su preocupación por la forma de actuar de los comparadores. En primer lugar, advierte que podrían dar más visibilidad a aquellas empresas con las que tengan acuerdos comerciales. Esto provocaría que el consumidor no viera la oferta más barata en función de sus necesidades, sino quizás la que le diera mayor comisión al comparador.
Por otro lado, estos ‘portales’ podrían no mostrar productos de aquellas empresas con las que no tuvieran un acuerdo comercial. Entre sus carencias, el citado organismo también critica que el que pongan un énfasis excesivo en el precio podría desviar la atención de otras características importantes del producto, así como que la información podría no ser completa o no estar actualizada.
Sellos de calidad para atajar los problemas
Con el objetivo de lograr una mayor transparencia, algunos reguladores, como es el caso del británico Ofcom,
han creado un sello de calidad para comparadores. Se otorga a aquellos que ofrecen
información accesible, precisa, transparente y comprensible, evaluada en una auditoría. De momento, seis comparadores cuentan con ese sello. También el regulador de energía de Reino Unido ha creado un ‘Código de Confianza’, al que se pueden acoger los comparadores que quieran tener en su web el sello de calidad.
Por otra parte, la CNMC revela que en algunas ocasiones los acuerdos entre el comparador y las empresas
prohíben vender el mismo producto más barato en otras web o en otro canal de venta. Se trata de las cláusulas de Nación Más Favorecida (NMF), cuya utilización podría distorsionar la competencia, imponer barreras de entrada artificiales y limitar la libertad comercial. En este sentido, cabe recordar que las autoridades de competencia de varios países
han actuado en varios casos, uno de ellos protagonizado por Booking.