Mucho se ha hablado durante los últimos meses del proceso de fusión entre las aerolíneas Clickair —participada al 20% por Iberia—y Vueling. Sin embargo, poco más se sabe del propio proceso, además de que ambas compañías aéreas confían y mantienen su interés en que la operación siga adelante, tal y como ya ha recogido este Diario.
En esta misma línea, el presidente de Iberia, Fernando Conte, ha expresado durante su última aparición su deseo de que la fusión entre Clickair y Vueling "fructifique". De hecho, Conte cree que esta operación daría pie a una "gran aerolínea con sede en Barcelona", y con la que "plantarle cara a los grandes del Sector". Respecto a la estructura accionarial de la compañía resultante, el presidente de Iberia ha recordado que la aerolínea que preside no tomará el control de la que resulte tras la fusión, pero sí será un "accionista de referencia".
Lo primero que haría Conte con Spanair sería ‘sanearla’
En cuanto a la compra de Spanair, la otra gran cuestión en la que se encuentra inmersa Iberia, Conte no ha querido ahondar en detalles, escudado por los acuerdos de confidencialidad que rodean a la misma. Aunque ha asegurado que de materializarse, "Spanair sería una aerolínea independiente, con un producto completo, principalmente en el mercado doméstico, donde concentra el 80% de su capacidad en la actualidad". Continuando con este supuesto, Conte ha señalado que si SAS, actual propietaria de Spanair y aerolínea a quien corresponde elegir al futuro dueño de la compañía, definitivamente se decanta por Iberia como comprador, lo primero que haría sería "sanearla", porque necesita "reestructurarse para dar beneficios".
Por otro lado, el presidente de Iberia ha avanzado que en los próximos tres años, Iberia y sus asociados van a poner en marcha entre seis y diez rutas de largo radio, "preferentemente hacia el oeste". Algunas de ellas, según Conte, "serán en competencia con vuelos existentes y otras serán nuevas". Estas declaraciones del presidente de Iberia vienen a apaciguar la inquietud existente en la Generalitat de Catalunya por lograr vuelos transoceánicos con punto de partida en El Prat, y que se vería calmada de materializarse los proyectos de Iberia.