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VUELVE UNA VIEJA CONTROVERSIA

¿Un Ministerio de Turismo?

Salvo como un brindis al sol no parece factible reclamar un Ministerio de Turismo, pero sí una Secretaría de Estado

lunes 07 de noviembre de 2011, 01:00h

Coincidiendo con las Elecciones Generales, vuelve al Sector la ya vieja controversia sobre si los nuevos gobernantes crearán un Ministerio de Turismo. Esta exigencia sirvió en el pasado como banderín de enganche para concitar la exigencia sectorial de que el Gobierno preste una mayor atención al Turismo.

Hoy, por el contrario, ni siquiera los líderes asociativos —aunque ante un micrófono puedan afirmar lo contrario—  creen que un Ministerio de Turismo sea viable. Ahí está la exigencia de una Secretaría de Estado, dependiente de Presidencia o Economía, por parte de la Hotelería, expresada por el presidente de CEHAT, Joan Molas.

Y es que, campañas demagógicas aparte, nadie con un mínimo de sentido común cree factible que un futurible Gobierno presidido por Mariano Rajoy vaya a contar con una cartera exclusiva para el Turismo. Menos aún en caso de un improbable Gobierno Rubalcaba. Otra cosa sería que —al igual que ocurre con el actual Ministerio de Industria, Turismo y Comercio—, el Turismo se incorpore como segundo, tercer (o cuarto) apellido.

Aunque a nadie le amarga un dulce, la mayoría de empresarios y profesionales recuerdan (con cierta añoranza) la dependencia del Turismo de la Vicepresidencia económica de Rodrigo Rato, como Secretaría de Estado, agrupando también el Comercio y las Pymes. La brillante gestión de su titular, Elena Pisonero (hoy en la Junta Directiva Nacional del PP, por designación directa de Rajoy), se sumó al apoyo del vicepresidente Rato, amo de los Presupuestos.

En cualquier caso, frente a la capitidisminuida Secretaría General dependiente del vacilante ministro Sebastián, no es de extrañar la alta valoración sectorial de la Secretaría de Estado, con Pisonero de titular y la tutela de Rato, en el Gobierno de José María Aznar.

El interrogante es qué piensa Rajoy, de quien probablemente dependerá la designación del próximo Gobierno, al respecto. Al margen de su objetivo de crear un Ejecutivo reducido a apenas una decena de ministros —lo que casi obliga a integrar varios ministerios— Rajoy no ha estado nunca por la labor de crear un Ministerio de Turismo.

En unas declaraciones al director de NEXOTUR del candidato Rajoy, en su primera pugna con Zapatero, aceptó la posible creación de un Ministerio de Turismo si ganaba las Elecciones. La edición del periódico con ese titular, en portada y a cinco columnas, hubo de ser sustituida pese a estar íntegramente impresa, ante la llamada de la directora de comunicación de Rajoy, matizando categóricamente estas declaraciones en nombre del candidato.

En suma, ni Rajoy ha creído en el pasado en la conveniencia de dedicar un ministerio sólo al Turismo, ni la decisión de recortar carteras lo hace previsible. Añádase que el Turismo es competencia transferida a las Comunidades autónomas —salvo en promoción— y no es difícil concluir que, salvo por hacer un brindis al sol —o pretender capitalizar la opinión sectorial— Rajoy asignará al Turismo una Secretaría de Estado "fuerte".  

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