Los resultados del último ejercicio, en el que facturó seis millones de euros, con unas pérdidas de tres millones, parecen haber sido el desencadenante de esta decisión. Tras la disolución de la empresa, que aunque no tiene una fecha definitiva podría producirse en los próximos meses, el turoperador "garantizará el cumplimiento de los compromisos adquiridos con los clientes", afirman desde Spanair.
Los planes actuales de la compañía aérea, según informa un portavoz de la misma, pasan por la potenciación de otras líneas de negocio, como es el caso de la contratación de billetes aéreos a través de su página web. Aunque empresas y trabajadores negocian en estos momentos las condiciones de la liquidación, Spanair asegura que dejará la titularidad de Club de Vacaciones, que cuenta en la actualidad con 87 empleados.