Chipre, en su condición de isla mediterránea, está llena de playas de agua cristalina que se han convertido en el principal reclamo turístico de la región, no en vano, la isla cuenta con la mayor proporción de banderas azules por persona, un total de 59. Además de sus costas, Chipre también cuenta con un muy buen conservado paraíso interior, lo que la convierte en una isla de contrastes. Troodos es la reserva natural más grande de la isla y su principal cadena montañosa, donde se encuentra el pico más alto de la isla, el Monte Olimpo.
Asimismo, la gastronomía chipriota bebe principalmente de la confluencia de las culturas mediterránea, griega y turca. Algunos de sus platos más típicos son los meze, que se asemejan a las tapas españolas y mezclan aperitivos fríos y calientes.
El país es una región muy importante desde el punto de vista arqueológico
Igualmente, la extensa historia de Chipre la ha convertido en un punto de encuentro de gran diversidad de culturas, desde los antiguos griegos hasta el Imperio otomano, pasando por el dominio veneciano. En este sentido, el país es una región muy importante desde el punto de vista arqueológico gracias a su larga y multicultural historia. Uno de sus principales yacimientos son las ruinas de la ciudad de Kourion, restos grecorromanos situados en un promontorio al sur de la isla, a menos de 20 kilómetros de la ciudad de Limassol.
También gran parte del folclore festivo de Chipre viene de inspiración griega y también del culto religioso. Pero una de sus celebraciones más conocidas y que más turistas atrae cada año es la Fiesta del Vino de Limassol, organizada entre finales de agosto y principios de septiembre y que festeja la pasión nacional por su bebida estrella. Así, la calidad de sus uvas y sus populares rutas vinícolas le han granjeado mucha fama entre los más enófilos. De entre las principales siete rutas, una de las más conocidas es la de Commandaria,
La isla es, además, un destino inigualable para quienes disfrutan de todo tipo de deportes. En la costa sureste, en la zona de Ammochostos (Famagusta), es habitual que muchos locales practiquen variedad de deportes acuáticos, como el snorkel o el esquí acuático, en aprovechamiento del privilegio costero de la región.
Una capital dividida
Po otra parte, la condición de capital dividida de Nicosia, además de su historia de mestizaje cultural, la convierte en una ciudad de contrastes. Así, el casco histórico de la capital chipriota está rodeado por una enorme muralla veneciana de cinco kilómetros de longitud. Para muchos turistas, uno de los principales reclamos está en cruzar la Línea Verde, una zona desmilitarizada que separa a la República de Chipre y a la autoproclamada república turca de Chipre, que se puede atravesar por puntos fronterizos seguros.