Sin este requisito, ya no se podrán publicar ni alquilar viviendas de manera legal en canales digitales
El Registro Único de Alquiler Turístico ha comenzado a operar desde este 1 de julio, creando así una base de datos nacional que reunirá información sobre todas las viviendas de uso turístico, de temporada o por habitaciones en España. Este avance normativo, establecido en el Real Decreto 1312/2024 y en consonancia con el Reglamento 2024/1028 de la Unión Europea, representa un progreso hacia la creación de un marco regulador común para el alquiler vacacional.
A partir de ahora, será necesario que cualquier propietario o gestor que quiera promocionar su alojamiento en plataformas como Airbnb, Booking u otras similares disponga de un número de registro válido. Sin este requisito, no se podrán publicar ni alquilar viviendas de manera legal a través de canales digitales.
Desde el 2 de enero, el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana ha contabilizado un total de 215.438 solicitudes para obtener el Número de Registro del Alquiler. De estas, 94.209 se encuentran activas de forma definitiva, mientras que 102.732 son provisionales y están a la espera de verificación por parte del Colegio de Registradores, que dispone de un plazo de 15 días para llevar a cabo este proceso. Además, 18.497 solicitudes han sido revocadas.
Transparencia y legalidad
Mayoritariamente, las solicitudes corresponden a alquileres turísticos, alcanzando un total de 169.908. Estas se concentran en particular en las comunidades de Andalucía, Baleares, Canarias, Cataluña y Comunidad Valenciana. Así, España se posiciona como el primer país de la Unión Europea en implementar la normativa comunitaria sobre los alquileres de corta duración.
El objetivo de este registro es doble: por un lado, aumentar la transparencia y trazabilidad de las operaciones turísticas; por otro, garantizar que los alojamientos cumplen con los requisitos legales en materia fiscal, de seguridad y licencias urbanísticas. Para muchas agencias y profesionales del Sector, esto representa una adaptación necesaria en un entorno cada vez más regulado y profesionalizado.