Atendiendo a los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE),
la aportación directa e indirecta del Turismo al PIB es de 119.000 millones de euros, lo que equivale al 11,1%. Sin embargo, a esta cifra hay que añadirle el gasto en el resto de la economía que realizan los actores implicados directa o indirectamente en el Turismo, lo que genera un
efecto económico inducido adicional que
eleva este porcentaje hasta el citado 16%.
Ayuda a corregir los desequilibros de la economía española
Además, todo parece indicar que en el presente año se batirán todos los registros. En los cuatro primeros meses de 2017, España ha recibido 20 millones de turistas internacionales, una cifra récord que se sitúa un 10,3% por encima del dato del mismo periodo del año anterior. A este ritmo, el destino rebasará los 84 millones de entradas, afianzando aún más su liderazgo turístico en Europa. Por su parte, el Turismo interno también está comenzando a dar muestras de recuperación.
Mayor productividad de las empresas españolas
Otro dato importante del informe es que el Turismo ha contribuido a
corregir algunos de los desequilibrios de la economía española en los últimos años: un 11% de la corrección del saldo por cuenta corriente fue debido al aumento del superávit de la balanza de servicios turísticos. En lo que respecta a la composición del tejido empresarial, CaixaBank Research revela que se trata de un Sector altamente atomizado, con muchas empresas de pequeña dimensión y relativamente pocas de tamaño grande.
No obstante, España cuenta con una mayor proporción de empresas grandes en comparación con la media europea. Esto, unido a que la productividad de las sociedades españolas son más productivas que las del resto del continente, hace que
la diferencia de productividad para el conjunto del Sector Turístico español respecto al europeo sea del 20%.
En relación a la influencia de las nuevas tecnologías, la entidad hace referencia a
la mayor visibilidad y accesibilidad que ha tenido el consumo colaborativo debido a la digitalización, un aspecto que está teniendo especial incidencia en el Sector Turístico, enriqueciendo el abanico de bienes y servicios disponibles en el mercado. No obstante, reconoce que este fenómeno supone un importante desafío regulatorio, ya que puede generar situaciones de
falta de protección del consumidor o de competencia desleal hacia empresas ya establecidas en el mercado, las cuales, a diferencia de los nuevos participantes en el mercado, están sujetas a una normativa más estricta.
Hay claras oportunidades de crecimiento a largo plazo
Como conclusión, CaixaBank Research menciona que el Sector cuenta con
claras oportunidades de crecimiento a largo plazo que puede aprovechar. "Se trata, por su naturaleza, de
un sector de futuro, ya que la proporción del gasto que los hogares dedican al Turismo suele crecer con su nivel de renta", remarca. Además, predice que "los países emergentes, por tanto, muy probablemente constituirán una fuente creciente de flujos de turistas, tal y como comenzamos a ver con China". Por otra parte, el envejecimiento de la población europea y de otras economías avanzadas impulsa una demanda muy atractiva, ya que suelen ser personas de rentas relativamente elevadas y que viajan fuera de las fechas de máxima afluencia turística.
Sin embargo, también advierte de los
innumerables retos que tiene ante sí el Turismo. Por ejemplo, apunta que el Sector debe adaptarse a una demanda cambiante en el futuro, debe lograr una coordinación con los otros sectores económicos y, para priorizar la inversión en infraestructuras, la legislación debe adaptarse para que puedan desarrollarse, de forma ordenada, los nuevos modelos de negocio".