Cada año en Europa sufren un paro cardíaco unas 700.000 personas
Una vez conseguida la autorización de la Agencia Estatal de Seguridad Española (AESA),
la compañía aérea de Globalia ha procedido a dotar a sus 49 aviones de
uno de los más avanzados Desfibriladores Externos Semiautomáticos (DESA). Igualmente, ha ajustado sus procedimientos y ha incluido la utilización de desfibriladores en el manual de operaciones, además de impartir formación a sus tripulantes de cabina.
La formación ha corrido a cargo de la dirección del servicio médico de la compañía en colaboración con Previs Gestión de Riesgos como entidad asociada al programa de formación del Plan Nacional de Reanimación Cardiopulmonar de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidad de Coronarias. Este organismo sigue las
recomendaciones y las directrices de la European Resuscitation Council (ERC) sobre la utilización de los DESA.
Actualmente, cada año en Europa sufren un paro cardíaco repentino unas 700.000 personas. El 80% de dichos paros es susceptible de recibir la descarga de un desfibrilador, por lo que si se reduce el tiempo transcurrido entre la parada cardíaca y la reanimación cardiopulmonar con la administración de la descarga, aumenta de forma significativa la tasa de supervivencia.