Europa ha de hacer más para asegurar su liderazgo turístico a medio y largo plazo. European Travel Commission (ETC) remarca que la creciente competencia y la incertidumbre del entorno socioeconómico obligan al viejo continente a promover la diversificación de productos y experiencias, así como fomentar la promoción conjunta del destino.
"Con el fin de seguir siendo el primer destino turístico del mundo, Europa debe responder a los nuevos patrones", sugiere el director ejecutivo de ETC, Eduardo Santander. A su juicio, es especialmente importante adaptar la oferta a los ciudadanos de las grandes potencias emergentes, en los que la expansión de la clase media previsiblemente se traducirá en un incremento de los viajes al exterior.
Fortaleza de los mercados de larga distancia
De momento, la mayoría de los destinos europeos, entre ellos las principales potencias receptoras, están registrando cifras positivas. Además de la contribución de los mercados de media y corta distancia, ETC incide en el buen funcionamiento de los de larga distancia, que son cada vez una mayor fuente de turistas. Destaca en este punto la fortaleza de Norteamérica y Asia, los cuales se están viendo favorecidos por la mayor debilidad del euro.
En el lado opuesto se encuentra Rusia, cuya economía tiene serias dificultades para estabilizarse. La disminución de los precios del petróleo y la depreciación del rublo continuará afectando durante el presente año a los principales destinos de Europa.