www.nexotur.com

¿Economía colaborativa... o sumergida?

El Empresariado no pide que se prohíba el consumo colaborativo, sino que se regule la economía sumergida

jueves 03 de septiembre de 2015, 02:00h

La hotelería ha dicho basta. CEHAT ha denunciado el alquiler de viviendas para uso turístico, como una práctica propia de economía sumergida (bajo la máscara del consumo colaborativo) que no sólo depreda al alojamiento reglado, sino que pone en serio riesgo el modelo de éxito del Turismo español.

Con esta iniciativa, los hoteleros se suman al Consejo de Turismo de la CEOE y otras sectoriales (como Fenebús, en representación de los transportistas por carretera, o los taxistas), y lobbies sectoriales como la Mesa del Turismo y Exceltur.

Pese a lo que, de manera tan interesada como demagógica, se repite machaconamente en las redes sociales, el Sector Turístico no pide que "se mantengan sus privilegios" ni reclama de las Administraciones que prohíban (o limiten en forma alguna) las nuevas plataformas surgidas en Internet para hacer reservas online de viviendas particulares para uso turístico.

Lo que reclaman los hoteleros, a través del contundente ‘Manifiesto de la Hotelería Española en Defensa de nuestro Modelo Turístico’, al igual que el Sector Turístico en conjunto, es que las reglas sean para todos. Y es que, mientras que el alojamiento reglado sufre una creciente presión fiscal (obligándose incluso a recaudar nuevas tasas turísticas como la catalana) y ha de velar por la seguridad del turista y la calidad de su oferta, todo vale para un consumo colaborativo que, como acertadamente denuncia CEHAT, es economía sumergida pura y dura.

El Sector Turístico se ve así obligado a competir con una nueva oferta donde las facturas no existen, se paga sin IVA, no hay que liquidar impuestos de Sociedades ni de la Renta, nadie está dado de alta en la Seguridad Social o las garantías al consumidor brillan por su ausencia ... y no se cumplen las normas de higiene, seguridad o categorización que se exigen al alojamiento turístico.

Una oferta sin regular que, en la práctica, permite vender alojamiento low cost sin reglar, que explica la degradación del turismo de borrachera y los problemas de convivencia que están produciéndose en zonas de litoral como la Barceloneta ...con casi medio millar de pisos en oferta solo en una de estas plataformas online de reservas.

Esta ley del embudo, cuya parte ancha permite el auge y consolidación de una competencia fraudulenta (que obliga al hotelero a pelear con las manos atadas), cuestiona no solo al empresariado, sino al modelo de éxito del Turismo español y, no se olvide, al empleo.

La paradoja es que, mientras depredan a las empresas que pagan impuestos y sí cumplen las reglas, estas nuevas plataformas cobran abultadas comisiones (13% en el caso de BlaBlaCar) o tienen su sede fiscal en el extranjero, cuando no en paraísos fiscales, eludiendo así el pago de impuestos o garantías ante los clientes.

Pero, ¿quién le pone el cascabel al gato, asumiendo el desgaste de ataques y descalificaciones anónimos en la Red? ...Máxime cuando hay elecciones a la vista.   

Que le sea útil. Ese es nuestro mayor interés.