El Gran Hotel fue construido en 1896 y restaurado totalmente en el año 2004. Ha sido rehabilitado junto con el edificio del Casino, por el prestigioso arquitecto Rafael Moneo, respetando su fachada original, catalogada de Interés Turístico Nacional. Tiene cuatro plantas en las que se reparten un total de 42 habitaciones (14 estándar, 26 superiores y 2 junior suite) totalmente equipadas. Cuenta con salas de reuniones, cafetería con terraza exterior, biblioteca con chimenea, sala de billar y de televisión, restaurante del Lago y spa termal propio. Además, ofrece a sus huéspedes un jardín de 5.800 m² para que puedan disfrutar del entorno y de la belleza del paisaje.
La sociedad que gestiona Panticosa Resort, Beitreben Hospitality, espera que para finales de año se produzca un incremento del 35% de visitantes. El objetivo principal es seguir ampliando el abanico de clientes y adaptarse a todo tipo de públicos: empresas, familias, parejas, mayores y clientes foráneos. En la actualidad, el 10% de los visitantes son franceses, demostrando el potencial de este mercado. Además, los responsables pretenden situar al destino como una alternativa real al turismo de costa durante el verano, siendo una referencia del turismo de montaña e interior. Para lograrlo, han puesto el foco en tres vías: Recuperación del entorno histórico, oferta de nuevos servicios (espacio lúdico con animadores, sala de TV y un nuevo lobby bar, entre otros) y organización de eventos.