¿Cómo es posible que esté en cuestión el futuro de un lobby empresarial que, desde su creación, contó con todos los recursos imaginables y las bendiciones del poder? Buena parte de las causas de este declive están, precisamente, en su gerente, el consultor que ofreció en Palma este proyecto a unos jóvenes Sebastián Escarrer y Simón Pedro Barceló.
La histriónica personalidad de José Luis Zoreda, un mediocre consultor que hizo carrera a la sombra de la OMT, ha sido, sin duda, su peor enemigo. Tras rebautizar pomposamente al Comité de Miembros Afiliados de la OMT como "Consejo Empresarial del Turismo" (jugando a la confusión con el Consejo de Turismo de CEOE, como volvería a hacer, años más tarde, con "la Patronal" Exceltur), la prepotencia de Zoreda dejó el peor sabor en dirigentes y funcionarios de la Organización de las Naciones Unidas para el Turismo, recelosos ante la lucrativa actividad de consultoría que desarrolló, casi puerta con puerta con la OMT.
El propio Gabriel Escarrer se vio obligado a prescindir del consultor Zoreda, quien —en su labor de abrepuertas en Iberoamérica—, no dudaba en abroncar al ministro de Turismo de turno ante el patriarca del Grupo Meliá, si cuestionaba las operaciones hoteleras que Zoreda ya daba por concretadas. De ahí que Escarrer padre desconfiara del proyecto de Zoreda, advirtiendo a su hijo Sebastián de la peculiar personalidad de su ex consultor.
Todos, desde los socios y mentores hasta políticos y empresarios, han acabado hartos de sus delirios. Víctima de una locuacidad ininteligible, propia de consultores de mediopelo, y carente de la empatía mínima, Zoreda a hecho de Exceltur su cortijo, pese a verse obligado a reducir su millonario salario.
La eventual salida de Simón Pedro Barceló, alma mater de Exceltur, por incompatibilidad de caracteres con un gerente devenido en presidente de facto, reduce el privilegiado apoyo del PP, del cual el lobby se ha beneficiado desde su creación, mimada por el entonces vicepresidente Rato y su delfín Juan Costa.
Pero el mayor error del gerente de Exceltur ha sido pretender solapar al Asociacionismo empresarial, con apoyo de Simón Pedro Barceló, intentando (sin éxito) desplazar CIMET, para sustituirlo por el Foro Exceltur. Llegando incluso a presionar a la Feria de Madrid para sacar a la Conferencia Iberoamericana del auditorio de Ifema para celebrar su Foro, el mismo día y a la misma hora, convocando a su evento a ministros de Iberoamérica.
Paradójicamente, del gran competidor de Barceló, J. José Hidalgo, depende sujetar (o dejar caer) a Zoreda, manteniendo (o sacando) a Globalia-Orizonia del lobby.
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