La Comisión Europea y el Departamento de Transportes de Estados Unidos (DOT, en sus siglas en inglés) han llegado a un acuerdo para impulsar un proyecto de investigación conjunta, con el que van a analizar los servicios que ofrecen las aerolíneas en las rutas existentes entre ambos. El objetivo es "estudiar las alianzas existentes, sus efectos en la competitividad y los posibles cambios que pueden darse tras el acuerdo entre la UE y EE UU", según informa la CE en un comunicado.
El acuerdo, que está aún pendiente de ratitifación, entrará en vigor desde finales del mes de marzo, si bien Bruselas prevé presentar los primeros resultados para mediados de 2009. Para su elaboración, la CE y DOT van a contar con la colaboración de aerolíneas, agencias de viajes, analistas del Sector y grupos de consumidores. Cabe destacar que el próximo 30 de marzo entra en vigor la política de ‘cielos abiertos’ entre EE UU y la UE, sentándose las bases para "una revolución en la industria internacional de la aviación al considerarla una industria global", según un comunicado de la CE.
26 millones de pasajeros más
Se prevé que el proyecto —que también regularía cuestiones relativas a inversión, propiedad y control de las aerolíneas que operan a ambos lados del Atlántico—, va a crear un flujo adicional de 26 millones de pasajeros en vuelos transatlánticos, en un plazo de cinco años, frente a los actuales 50 millones, según cifras del Ejecutivo comunitario. Asimismo, en los próximos cinco años, Bruselas calcula que el tráfico de pasajeros entre la UE y EE UU aumentaría en un 34%, gracias al acuerdo.
Al eliminar los acuerdos bilaterales entre la UE y los Estados miembro, así como las restricciones de los derechos de vuelo, la UE espera reducir el coste de los billetes de avión tanto para las aerolíneas como para los consumidores privados en un plazo de cinco años. Los márgenes de beneficio que calcula Bruselas, pese a la reducción del precio de billetes de avión, oscilarían entre los 6.400 y 12.000 millones de euros.