Se trata de un porcentaje, según ha señalado, inferior al que se registró el pasado año, un descenso que ha achacado fundamentalmente a las malas condiciones meteorológicas que han marcado estas jornadas festivas en las provincias andaluzas.
Además, Ledesma ha explicado que el mal tiempo reinante ha motivado también un repunte de la ocupación hotelera en ciudades destinatarias de turismo interior y de naturaleza, como Úbeda y Baeza (Jaén), o la propia capital jiennense, en detrimento del previsto para los destinos de sol y playa, que han recibido así menos turistas de los que se esperaba en un principio.
No obstante, el representante del sector hotelero andaluz ha matizado que no se han producido variaciones significativas respecto a las previsiones iniciales de ocupación, ya que "lo que han ganado las ciudades de interior con las reservas de última hora lo han perdido los destinos de sol y playa", lo que ha provocado que esas oscilaciones imprevistas no hayan alterado sustancialmente el porcentaje final de ocupación hotelera.
Según Ledesma, el repunte del turismo de interior y de naturaleza es resultado de la costumbre de reservar a última hora y del mal tiempo, ya que las adversas condiciones meteorológicas han invitado a los turistas que aún no habían decidido su destino pero que se decantaban por las localidades costeras, a cambiar finalmente sus planes y optar por ciudades de interior.
"Optimismo" cara al verano
Por último, el presidente de la Federación Andaluza de Hostelería, aunque ha recordado que habitualmente los datos de ocupación de la Semana Santa suelen tomarse como referencia de lo que ocurrirá en la época estival, ha querido lanzar un mensaje de "optimismo", ya que se ha mostrado esperanzado en que, dado que atribuye el descenso de la ocupación hotelera esencialmente al mal tiempo, piensa, "o quiere pensar", que en el verano no se producirá algo similar porque previsiblemente no se dará esa circunstancia.