Tarragona es uno de los pocos destinos que puede presumir de tener tres declaraciones por parte la UNESCO: en el año 2000, su conjunto arqueológico romano fue reconocido como Patrimonio Mundial, y recientemente en 2010, les correspondió a la ‘dieta mediterránea’ y los ‘castells’ la distinción de Patrimonio Cultural Inmaterial.
Así, en packs de medio día o de día completo (otras opciones bajo petición), estos primeros meses del año se puede degustar la típica ‘Calçotada’, participar en una recreación romana en el mes de mayo (coincidiendo con la Tarraco Viva) o asistir a una exhibición de ‘castells’ en los meses de verano cuando las collas castelleras están en plena actividad.
Igualmente entrado el otoño, y en una de las muchas bodegas de las seis Denominaciones de Origen que la provincia de Tarragona dispone, es época de vendimias por lo que se invita a participar o a realizar una cata de vinos. A lo largo del año, y a raíz de la proclamación de Tarragona como sede para los Juegos del Mediterráneo 2017 también se apuesta por el turismo deportivo, organizando una reunión seguida de una competición o unas mini olimpiadas empresariales.