El Gobierno británico hará caso omiso a las demandas de los empresarios turísticos y aumentará las tasas aéreas. Aunque la medida no será anunciada oficialmente hasta mañana, el Ejecutivo ha confirmado que el impuesto Air Passenger Duty (APD) que deben pagar todos los pasajeros aéreos experimentará un incremento del 10% a partir de abril de 2012.
Tras la confirmación por parte del Ministerio de Hacienda, la Asociación de Agencia de Viajes del Reino Unido (ABTA) ha advertido de los graves perjuicios que supondrá para el Sector Turístico. Su director ejecutivo, Marcos Tanzer, señala que "en este momento Reino Unido necesita crecer y general empleo, los impuestos sobre la aviación van en contra de la propia economía".
Así, denuncia que la medida supondrá una "reducción del número de pasajeros cuando es necesario estimular la economía". "La decisión del Gobierno es mala para el empleo, para el crecimiento económico y para los propios usuarios", detalla. Asimismo, la Asociación recuerda que el aumento de la APT coincidirá con la introducción de la aviación en el régimen de comercio de emisiones (ETS).
A no ser que el Ejecutivo dé marcha atrás, a partir de abril este impuesto ascenderá a aproximadamente 62 euros en los vuelos a España en clase turista, mientras que en clase premium rondará los 124 euros. Cabe recordar que de los cerca de 51 millones de turistas que han llegado a España en los diez primeros meses del año, casi el 25% proceden de este mercado. En concreto, ha sido el punto de origen de 12,4 millones de turistas, experimentando un aumento del 9,5%.
Alemania aplica una nueva tasa desde enero
El Gobierno alemán también ha apostado por el aumento de los impuestos al transporte aéreo. Tal y como publicó NEXOTUR, desde el 1 de enero de este año se viene aplicando la denominada tasa ecológica, que ha sido muy criticado por las compañías aéreas. Para el director general de Air Berlin para España y Portugal, Álvaro Middelmann, esta medida "incentiva que la gente de Alemania vuele desde Ámsterdam" para no tener que abonar la cuantía que contempla la tasa. En este sentido, recuerda que Holanda instauró hace más de un año un impuesto de características similares que finalmente tuvo que eliminar, ya que supuso unas pérdidas de 1.300 millones de euros, frente a los 300 millones que ingresaron por esta vía.
Además, su aplicación ha tenido un fuerte impacto en los resultados de la compañía aérea alemana, que ha registrado unas pérdidas de 134,3 millones de euros en los nueve primeros meses del año, mientras que el resultado operativo neto (Ebit) muestra unas pérdidas de 123,7 millones. El consejero delegado de Air Berlin, Hartmut Mehdorn, subrayo en la presentación de estos resultados que "si no hubiera sido por el impuesto, el Ebit habría ascendido a 148,3 millones", por lo que reitera su "deseo de abolir esta tasa". "Debido a la dura competencia es imposible trasladar el impuesto a los clientes, lo que está provocando que esta tasa sobre la aviación esté dañando a las aerolíneas alemanas", critica Mehdorn.