Después de un año y ocho meses de negociaciones, Iberia y British Airways sellaban ayer su acuerdo de fusión, que está previsto que se ejecute a finales de 2010, dando lugar a uno de los mayores grupos aéreos del mundo. Ambas aerolíneas someterán la fusión a la aprobación de sus respectivas juntas de accionistas del próximo mes de noviembre. Además, la integración definitiva está sujeta a su aprobación por parte de las autoridades de defensa de la competencia, incluida la Comisión Europea, y sus respectivos accionistas.
De la integración resultará una nueva sociedad holding, denominada International Consolidated Airlines Group, que se conocerá con el nombre de International Airlines Group y generará unas sinergias anuales de 400 millones de euros a partir del quinto año. Sin embargo, tanto Iberia como British mantendrán sus respectivas marcas y operaciones. En virtud de lo acordado, Iberia tendrá derecho a resolver el contrato si el plan de cobertura del fondo de pensiones pactado por la aerolínea británica y los administradores de sus fondos de pensiones "no es razonablemente satisfactorio" para la española.
En un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el presidente ejecutivo de Iberia, Antonio Vázquez, que también presidirá la nueva sociedad, destaca que la firma del acuerdo supone "un paso importante en el proceso de creación de una de las principales aerolíneas del mundo". "Confiamos en cerrar la operación antes de que finalice el año", añade. Por su parte, el consejero delegado de British, Willie Walsh, que ocupará el mismo cargo en International Consolidated Airlines Group, asegura que la compañía aérea resultante, que contará con una flota de 408 aviones y 200 destinos de vuelo, "dará lugar a una red más amplia y con un gran potencial de crecimiento en el futuro gracias a los hubs de Londres y Madrid y a la continua inversión en nuevos productos y servicios".
Por su parte, los principales sindicatos de trabajadores de ambas aerolíneas han mostrado su apoyo a la fusión al considerar que "fortalecerá tanto a Iberia como a British", aunque solicitan que el grupo resultante sea líder "no sólo en el sentido comercial, sino también en términos de sus condiciones sociales". Tras una reunión mantenida entre la Federación de Transporte, Comunicaciones y Mar de UGT (TCM-UGT), la Federación de Servicios a la Ciudadanía de CCOO (FSC-CCOO) y el sindicato británico Unite, las tres partes han reivindicado el derecho de los trabajadores a ser tratados "con respeto y dignidad".
La integración no influirá en su relación con las agencias
El Sector de agencias, que ha mejorado notablemente sus relaciones con Iberia desde el nombramiento de Antonio Vázquez como presidente de la compañía aérea, ha mostrado en diversas ocasiones su temor a que el acuerdo con "una de las aerolíneas más agresivas con las agencias" implique un cambio en la estrategia comercial de la española. Al respecto, el director Comercial y de Clientes de Iberia, Manuel López, aseguraba en una entrevista concedida a NEXOTUR que "una de las cosas positivas del acuerdo es que cada aerolínea gozará de una amplia autonomía de gestión". "Por ello, la relación de Iberia con las agencias de viajes no va a verse afectada en modo alguno por este acuerdo", proseguía.
De esta forma, como subraya López, el equipo directivo de la compañía aérea española "tiene muy claro que debe trabajar estrechamente con las agencias de viajes". En esta línea, asegura que estos intermediarios "son un factor clave en el éxito de nuestra gestión y, por ende, de la aerolínea".