Tras concluir 2008 con 700 millones de euros facturados y aproximadamente 1.500 puntos de venta, el Grupo Airmet reconoce que 2009 "está siendo un año difícil, con un descenso de las ventas en torno al 20% en los nueve primeros meses del año". Si bien, tal y como indica el presidente de dicha entidad, Juan José Oliván, "somos optimistas y creemos que seremos un Sector que reaccionará de una forma rápida y positiva a los índices de repunte de la economía". "Todas las crisis se remontan, y ésta no será una excepción", subraya.
Asimismo, de cara al cierre del presente año Oliván se muestra convencido de que "va a ir notándose una mejoría y ello nos hace prever que el descenso final de ventas no supere el 15%". Pese a estas previsiones optimistas, el presidente de Airmet considera fundamental apostar por la "unidad y la profesionalización". "En estos momentos es, si cabe, aún más importante la unión y por ello aconsejo a las agencias que se integren en un grupo de gestión", explica Oliván, ahondando en la necesidad de "mejorar la formación de los agentes de viajes, apostando así por dar un valor añadido al cliente y de esta manera, lograr su fidelización".
Agresivas políticas comerciales de algunas redes
Más allá de los retos del Sector, el máximo representante del grupo comercial critica con dureza las prácticas poco éticas llevadas a cabo por algunas empresas del Sector Turístico. En primer lugar, asegura que "las agresivas políticas comerciales de determinadas redes están haciendo que la crisis afecte de manera más significativa a las pequeñas agencias". Además, Oliván considera que es "necesario elaborar unas ‘listas blancas’ en la que aparezcan aquellos proveedores más valorados por las agencias de viajes, los más fieles".
Preguntado por la trasposición de la Directiva Bolkestein, Oliván afirma que "no va a suponer como se pretende una medida para mejorar la calidad de los servicios turísticos, debido a la ausencia de mecanismos de control efectivos". "Si bien sí facilitará el libre acceso, contribuyendo a que accedan a la prestación de servicios turísticos profesionales de toda índole, sin conocimientos ni especialización, que en nada ayudarán a incrementar la calidad, sino al desprestigio de la actividad desarrollada por los agentes de viajes".
En esta línea, el presidente de Airmet advierte de que "la liberalización que se pretende con esta normativa pone en grave riesgo la necesaria protección de los derechos de los consumidores". Por ello exige "que se preserve un régimen de autorización en lo que respecta al Sector de agencias de viajes que otorgue a los consumidores seguridad en relación a los prestadores de servicios turísticos con los que contraten".