No obstante, Fain apunta que la demanda demostró su estabilidad en la primera mitad del año, gracias al "extraordinario" rendimiento de los nuevos buques, que confía en que continúen en 2010. Además el directivo de la crucerista ha destacado que la atención de la compañía se centra ahora en la "gestión de los costes y en conseguir liquidez".
La facturación hasta junio se situó en los 1.907,8 millones de euros, lo que supone una caída del 11,2% con respecto a los 2.149,2 millones de euros que registró en el primer semestre de 2008. En el segundo trimestre del año la naviera registró unas pérdidas de más de 25 millones de euros, frente a un beneficio de 60,3 millones de euros. Por otra parte, los ingresos medios por pasajero se recortaron un 17,9% en junio, frente al mismo periodo del ejercicio anterior. Desde la naviera, que prevé que para el conjunto del ejercicio retrocedan un 14%, apuntan que dicho descenso es acorde a las expectativas previas de la compañía, que lo situaban en una horquilla de entre el 11% y el 12% para el resto del año.
Para el conjunto del año, la compañía ha rebajado "ligeramente" su previsión de ingresos hasta el 10%, debido a la caída considerable de la demanda y a pesar de que las empresas cruceristas están ofreciendo importantes descuentos para atraer clientes, lo que influye en sus ingresos. La naviera prevé disminuir aproximadamente un 11% durante el tercer trimestre y entre un 8% a 9% para el año completo. Por otra parte, Royal Caribbean, que tenía proyectado elevar su capacidad durante los próximos cuatro años al 5,2%, 12,7%, 8,6% y 2,8%, indica que modificará sus planes debido al impacto de la gripe A.