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Formas de evitar el impacto del jet lag en los viajes de negocio

Formas de evitar el impacto del jet lag en los viajes de negocio

El éxito de estos viajes depende muchas veces de contar con un buen descanso

viernes 13 de septiembre de 2024, 07:00h

Los viajes de negocios ofrecen un sinfín de posibilidades para las empresas, destacando especialmente la capacidad para conocer otras culturas a la vez que se interactúa con potenciales socios en persona. No obstante, cuando estos implican desplazarse a países muy lejanos, el jet lag puede convetirse en un obstáculo para el éxito, ya que puede conllevar falta de sueño y cansancio, afectando así al buen estado y a la capacidad para seguir el ritmo del viaje. Por ello, antes de emprender este tipo de viajes, es importante tener en cuenta determinadas consideraciones con las que evitar este problema.

Ajustar los horarios de sueño con antelación puede marcar la diferencia

En muchas ocasiones, el trabajo para evitar el jet lag debe comenzar antes del propio viaje, ajustando los horarios de sueño desde antes de la partida de forma graudal para que el cuerpo comience poco a poco a acostumbrarse al nuevo horario. Esto, no obstante, no solo funciona para todo lo relativo a las horas de acostar y despertarse, sino también a la hora de comer, pues ayudará al cuerpo a adaptarse a la nueva rutina y a mantener así los niveles de energía que necesitará durante el desplazamiento.

Sin embargo, sobre todo para quienes se enfrentan a este tipo de situaciones por primera vez, esto puede ser difícil de llevar a la práctica, por lo que puede llegar a ser aconsejable contar con el asesoramiento de expertos en gestión de viajes. Dada la capital importancia que tienen muchas veces estos desplazamientos corporativos, contar con un plan personalizado para ajustar que el desfase horario no sea un problema es enormemente recomendable para poder cumplir con éxito los objetivos marcados.

Pequeños cambios en el destino

Una vez en el destino, hay también pequeñas decisiones con las que ayudar al cuerpo a familiarizarse a los nuevos hábitos. Por ejemplo, decantarse por comidas ligeras antes de dormir es una manera de propiciar un descanso más eficaz, llegando así en mejores condiciones al día siguiente.

De igual manera, el ejercicio físico es otra manera accesible de sincronizar el reloj biológico. Pese a que la agenda en estos viajes acostumbra a ser muy apretada, no es necesario dedicar mucho tiempo a esta rutina, pues bastan unos estiramientos una breve caminata para favorecer la adaptación al nuevo horario y ayudar al cuerpo a mantenerse más activo, lo cual sin duda será beneficioso de cara a todos los compromisos que este tipo de operaciones conllevan.