En este sentido, la Recomendación establece cuatro ámbitos en los que los Estados miembros deben colaborar. En primer lugar, piden criterios comunes y umbrales para los Estados miembros a la hora de decidir si se introducen restricciones a los viajes, así como una cartografía de criterios comunes utilizando un código de colores acordado. Asimismo, demandan que se establezca un marco común para las medidas aplicadas a los viajeros procedentes de zonas de alto riesgo, y que se proporcione información clara y oportuna al público sobre cualquier restricción. "Proponemos unos criterios sencillos, no discriminatorios, fáciles de seguir por los Estados miembros y que permitan informar adecuadamente a los ciudadanos europeos", ha declarado el comisario de Justicia, Didier Reynders.
Exigen que se facilitea los Estados miembros y a la Comisión información detallada sobre las futuras restricciones
Esto coincide con la pasada solicitud del Parlamento europeo, en la que planteaban un mapa de colores común en la Unión Europea (UE) para coordinar las restricciones de viaje. A este respecto, la Comisión pide que se establezca el color verde para las zonas en las que el número total de casos de Covid-19 recientemente notificados sea inferior a 25 durante un período de 14 días, o el porcentaje de resultados positivos de todas las pruebas sea inferior al 3%. Del mismo modo, el naranja será para las zonas con menos de 50 casos durante un periodo de 14 días, pero el porcentaje de resultados positivos de los test sea del 3% o más. Igualmente, el rojo describirá las zonas con más de 50 casos en el mismo periodo y el porcentaje de positivos sea del 3% o más. Finalmente, el gris servirá para identificar las zonas donde no se dispone de información suficiente para evaluar los criterios propuestos por la Comisión o si el número de pruebas realizadas por cada 100.000 personas es inferior a 250.
Enfoque común
Siguiendo esta misma línea, la Comisión propone un enfoque común entre los Estados miembros para los viajeros procedentes de zonas de alto riesgo. Según explican, los países no deben denegar la entrada a las personas que viajen desde otros Estados miembros, y además, aquellos que introduzcan restricciones a la libre circulación basadas en sus propios procesos de toma de decisiones podrían exigir que las personas que viajen desde un territorio clasificado como rojo o gris se sometan a cuarentena o a un test después de su llegada, siendo esta última la opción preferida.
Finalmente, también insisten en el flujo constante de información, exigiendo que faciliten semanalmente a los Estados miembros y a la Comisión información detallada sobre las futuras restricciones a la libre circulación o el levantamiento de las restricciones de viaje. Los cambios deben notificarse una semana antes de su entrada en vigor. La información también deberá estar disponible en la plataforma web reopen.europa.eu/es, con un enlace al mapa publicado semanalmente por el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC).