Después de una profunda remodelación que ha durado tres años y una inversión de más de 17 millones de euros, Aiguablava se ha convertido en un moderno parador que ha mantenido su carácter icónico sobre el acantilado. La reforma integral se ha llevado a cabo en todas sus instalaciones mejorando la imagen del edificio con una nueva fachada más vanguardista.
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Sus seis plantas reparten 78 habitaciones, que han sido totalmente rediseñadas y redecoradas. Las zonas exteriores se han mejorado con un solárium, terrazas y una piscina de temporada que cuenta con vistas al mar Mediterráneo. También se ha construido un nuevo spa y un gimnasio panorámicos. Con esta profunda remodelación se han eliminado todas las barreras arquitectónicas mejorando la accesibilidad en todo el parador.
El Parador de Aiguablava se levanta sobre el acantilado de la Punta d’es Muts, en una de las calas de la Costa Brava. En este enclavese ha inspirado el estudio catalán de interiorismo Denys & von Arend. “Hemos querido ofrecer un paseo por las estancias donde cada arte está patente: la escultura, la pintura, la fotografía, el cine y la literatura. Cada zona, que goza de maravillosas vistas, se empapa de arte”, explican desde Denys & von Arend.
En la intervención se ha procurado que todas las estancias aprovechen al máximo la luz natural a través de grandes cristaleras que optimizan al máximo las vistas panorámicas al mar que rodea todo el edificio. En cuanto a los pasillos que conducen a las habitaciones, los diseñadores han apostado por alfombras con la cuadrícula del pintor holandés Piet Mondrian para rendir un homenaje al vanguardismo del siglo pasado. Ya en el interior, las habitaciones gozan de unas vistas panorámicas al mar y a las calas que rodean al parador. Su diseño es fresco y ligero, donde la protagonista es la luz intensa del mar azul que entra por los ventanales y en sus terrazas se han instalado sillones colgantes para relajarse.
Homenaje al arte contemporáneo catalán
El arte fluye por el interior del nuevo Parador de Aiguablava. Más de 200 obras cuelgan de sus paredes convirtiéndolo en un museo suspendido sobre el mar Mediterráneo. Se trata de una representación de obra gráfica y óleos de la talla Monegros de José Beulas, Cennino Cennini o el libro del arte de Modest Cuixart o una pintura abstracta de Joan Hernández Pijuán.
El Parador de Aiguablava ha querido aunar esta obra de la colección artística de la cadena hotelera para homenajear a los grandes del arte contemporáneo catalán: Salvador Dalí, Rafael Durancamps, Antoni Clavé, Josep María Subirachs, Antoni Tápies o Joan Miró, son sólo algunos de los artistas que se pueden encontrar en este parador. Artistas, en muchos casos, portavoces de la vanguardia internacional, en otros, precursores y maestros de futuras generaciones que abrieron caminos de amplio espectro internacional para el arte contemporáneo español.
De tal modo, el alojamiento ofrece un plus al visitante convirtiéndose en una auténtica galería de arte. El diseño y la colección artística se unen para ofrecer al visitante un paseo por las estancias donde cada arte está patente: la escultura, la pintura, la fotografía, el cine y la literatura.