El acuerdo en cuestión, firmado en 2009 y 2010, consiste en la creación de una empresa común transatlántica entre las tres compañías aéreas centrada en las conexiones entre Europa y Norteamérica. En virtud del mismo, han coordinado de manera conjunta sus actividades en aspectos como capacidad, tarifas, horarios y gestión de ingresos. También comparten los beneficios y pérdidas de estos vuelos.
"Esta cooperación podría constituir una violación del artículo 101 del Tratado de la Unión Europea, que prohíbe cualquier acuerdo contrario a la competencia", advierte el Ejecutivo comunitario. Bruselas analizará en particular si el pacto es contrario al interés de los pasajeros en algunas rutas entre el continente europeo y Estados Unidos, en las que, si no hubiera una empresa común, las tres aerolíneas ofrecerían servicios rivales. La apertura de la investigación no prejuzga su resultado, pero indica que la Comisión Europea abordará este tema de forma prioritaria.
Coincidiendo con la apertura de esta investigación, Bruselas ha abandonado otra iniciada en 2006 sobre los ocho miembros de SkyTeam (Aeromexico, Air France, Alitalia, Continental Airlines, Czech Airlines, Delta, KLM y Korean Air Lines). Pese a esta decisión, Bruselas avisa a las compañías aéreas de esta alianza que deberán vigilar que sus prácticas se ajustan a la normativa comunitaria.