IATA ha subrayado que la industria va a seguir trabajando para conseguir los objetivos mundiales reconocidos por los Estados miembros de la Organización Internacional de Aviación Civil (OACI) en su Reunión de Alto Nivel sobre Medio Ambiente, en octubre de 2009. "Vamos a seguir presionando a los estados para que incluyan estos objetivos mundiales en futuros acuerdos", ha explicado el director general de IATA, Giovanni Bisignani.
"Llegamos a Copenhague para formar parte de la negociación, y vamos a seguir presionando a los Estados para que incluyan estos objetivos mundiales en futuros acuerdos", ha asegurado Bisignani, subrayando que aerolíneas, aeropuertos, proveedores de servicios para la navegación aérea y fabricantes están afianzados en este compromiso".
Los objetivos que persigue son "mejorar la eficiencia del combustible en una media anual del 1,5% hasta 2020, estabilizar las emisiones de carbono a partir de 2020 con un crecimiento neutro, y alcanzar una reducción neta del 50% hacia 2050 en comparación con 2005".
Planteamiento global sectorial
Bisignani ha apuntado que existe consenso entre las delegaciones sobre la necesidad de establecer un planteamiento global sectorial para gestionar las emisiones de la aviación bajo la dirección de la OACI. "Vamos a trabajar estrechamente en la preparación de un marco global para la gestión de las emisiones de la aviación de cara a la Asamblea de la OACI, en septiembre de 2010"
Asimismo, ha destacado que pretenden instar a los gobiernos para asegurar que este marco sea presentado en la 16 Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP16), en diciembre de 2010, además de insistirles en que "las emisiones de la aviación se traten como las emisiones de un único sector en todo el mundo". Este planteamiento global "asegurará un marco de igualdad y estará cimentado con duros objetivos", según Bisignani.
La iniciativa constará de tres elementos: la contabilización de las emisiones de carbono como un sector industrial global, no por estado; la coordinación mundial de medidas económicas para garantizar que la aviación no pagará más de una vez por sus emisiones; y el pleno acceso a los mercados mundiales de carbono.
Finalmente, Bisignani ha añadido que la industria de la aviación "ya está trabajando hacia sus objetivos sobre el cambio climático a través de su estrategia de los cuatro pilares", que se centra en "la inversión en nuevas tecnologías, una forma de volar más inteligente, la creación de eficientes infraestructuras, y la adopción de medidas económicas positivas".