Para el año fiscal completo, la compañía prevé transportar 207 millones de pasajeros
Ryanair ha cerrado su primer semestre fiscal —de abril a septiembre— con un beneficio neto de 2.540 millones de euros, lo que supone un incremento del 42% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, cuando obtuvo 1.790 millones. Este sólido resultado se vio impulsado por la fuerte demanda de Semana Santa, que elevó el tráfico de pasajeros un 3% hasta los 119 millones y por el aumento del precio medio de la tarifa, que pasó de 52 a 58 euros.
Durante este periodo, la aerolínea irlandesa registró una facturación total de 9.820 millones de euros, un 13% más que en 2024. Los ingresos por pasajero también crecieron un 9%, mientras que los ingresos auxiliares —que incluyen servicios como el embarque prioritario o el consumo a bordo— se situaron en 2.910 millones, un 6% más, representando casi una cuarta parte de la facturación global.
Ejercicio de crecimiento
El consejero delegado de Ryanair, Michael O’Leary, explicó que el repunte de tarifas se debió a que todas las vacaciones de Pascua se produjeron en el primer trimestre, entre abril y junio, lo que impulsó las reservas y los precios. O’Leary añadió que la compañía ha logrado la “recuperación total” de la caída del 7% en el precio de los billetes registrada en el segundo trimestre del año anterior, consolidando su liderazgo en el mercado europeo.
Para el conjunto del año fiscal, Ryanair prevé que su tráfico total crezca más de un 3% hasta alcanzar 207 millones de pasajeros, impulsado por la entrega anticipada de nuevos aviones Boeing y una demanda sostenida en el primer semestre. La aerolínea mantiene así su estrategia de crecimiento apoyada en la expansión de flota y la optimización de precios en un entorno de alta competencia y demanda estable.