A día de hoy, del ambicioso proyecto de cadena hotelera sólo queda una web en construcción y un teléfono de reservas en el que nadie responde al otro lado. Durante la pasada edición de Fitur, la cadena Aquaria Hoteles se presentó en sociedad con un proyecto en el que planeaba contar con cuatro establecimientos al final de este año, a los que se unirían otros seis en 2009 y con el objetivo de sumar una cartera de 50 hoteles en régimen de propiedad y gestión para 2012.
La sociedad nacía "con vocación de servicio, continuidad y crecimiento" tal y como aseguraba a NEXOHOTEL en su día su vicepresidente, Christian Cadenas, que contaba con un de la 40% participación en el proyecto a través de la empresa matriz, Aquaria Grupo Hotelero. El otro 60% estaba en manos del Grupo de Inversión RB, cuyo presidente, Manuel Ramos, ejercía a la vez como máximo responsable de la recientemente creada cadena.
Desde el pasado verano la cadena hotelera, según confirman a NEXOHOTEL fuentes de RB, Aquaria se ha disuelto y ya no comercializa los tres establecimientos de la costa andaluza en la que estaba presente (Torremolinos, Benalmádena y Mazagón), que han pasado a ser operados por la empresa propietaria en su origen, el Grupo de Inversión RB.
Conseguir 50 hoteles urbanos y vacacionales
La cadena contaba a principios de este año con seis nuevos proyectos que, según Cadenas, estarían operativos entre finales de 2009 y principios de 2010. "Estamos construyendo tres hoteles más en Mijas, Huelva y Canarias, mientras hemos cerrado los contratos de alquiler con otros tantos en Cullera, Santa Pola y Murcia", aseguraba.
Además, Aquaria Hoteles tenía previsto ampliar su cartera hasta los 50 establecimientos "tanto en destinos urbanos como vacacionales" que se caracterizaran por ser "de nueva planta, con amplias dimensiones y mantener una estética homogénea" al mismo tiempo que un trato "cercano y personalizado con el cliente".