rentabilidad del turista

CEOE pide que se intensifique la promoción en el mercado británico, para mitigar los efectos del Brexit, y en los mercados emergentes, donde España "está en desventaja". Además, insta al Gobierno central a priorizar la rentabilidad del turista y a simplificar los trámites de entrada para mercados lejanos.

Madrid lidera con gran distancia la carrera por hacerse con los viajeros internacionales de mayor nivel de gasto. Las cifras hablan por sí solas: el gasto medio diario de sus turistas asciende a 215 euros, un 58% por encima de la media nacional. Su penetración en los mercados de larga distancia resulta fundamental.

El destino España continúa imparable. Según las previsiones hechas públicas por el ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal, en el periodo comprendido entre mayo y agosto, cuatrimestre de mayor afluencia turística, el país recibirá la friolera de 38 millones de viajeros procedentes del extranjero. Se trata de un aumento del 8,9% respecto a los mismos meses del ejercicio anterior, en el que se batieron todos los récords.

España sigue escalando posiciones en el circuito europeo del shopping, si bien está todavía lejos de destinos competidores como Francia, que ingresa tres veces más por compras de visitantes extracomunitarios. Según el último barómetro de Global Blue, los ingresos generados por los turistas procedentes de Estados no pertenecientes a la Unión Europea se disparan un 42% en los tres primeros meses del año. De media, su desembolso por compra asciende a 545 euros.

Cuestionarse en la bonanza. En un año histórico para el Turismo receptivo, en el que se han batido todos los registros, continúan sin solventarse algunas de las debilidades del destino. Por ejemplo, la dependencia de los grandes mercados de Europa, la escasa rentabilidad del turista, el dominio del ‘sol y playa’ y las desigualdades territoriales.

En un año histórico para el Turismo receptivo, en el que se han batido todos los registros, continúan sin solventarse algunas de las debilidades del destino. Por ejemplo, la dependencia de los grandes mercados de Europa, la escasa rentabilidad del turista, el dominio del ‘sol y playa’ y las desigualdades por Comunidades.