El
impacto de la vivienda privada en el Turismo español ha sido el tema estrella de las jornadas celebradas
en el marco del Congreso de Hoteleros Españoles, organizado por la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT) y la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (AEHCOS). Todos los participantes, sin excepción alguna, se han referido a los graves perjuicios que supone la mal llamada economía colaborativa, que ha crecido a un ritmo vertiginoso gracias, en gran medida, a las lagunas existentes en la legislación española.
Para poner freno a los problemas derivados por
el boom de esta forma de alojamiento, el consejero de Turismo y Deporte de la Junta de Andalucía, Javier Fernández Hernández, aboga por la puesta en marcha de "
una normativa transversal acordada con las demás Comunidades autónomas". "No se ha convocado en años la mesa de coordinación turística", lamenta, subrayando que "no hay que tener miedo" a la cooperación con el Estado en las competencias de Turismo. "Queremos una solución coordinada de estos problemas", insiste.
En el caso concreto de Andalucía, explica que los propietarios de dos viviendas de uso turístico que estén próximas "pasan a ser gestores de viviendas turísticas". Asimismo, destaca que "el mantra de la Consejería es que ningún vecino se sienta turista en su ciudad", por lo que también pide la colaboración de los residentes para atajar el problema. "Los vecinos deben identificar a los que actúan así", reclama.
‘La mayoría de los actores estamos de acuerdo en que algo hay que hacer’
El director de Tourism & Law, Javier del Nogal, afirma que "estamos en un punto en el que la mayoría de los actores estamos de acuerdo en que algo hay que hacer para abordar la problemática de las viviendas de uso turístico". "Se trata de un problema transversal, pero la regulación actual es muy dispersa y diferente en función de la zona de España", lamenta. Por este motivo, al igual que el consejero andaluz, incide en la importancia de "conseguir armonización normativa".
En su opinión, "se debería haber modificado la Ley de propiedad horizontal para regular estos alquileres o la Ley de comercio electrónico para exigir responsabilidades a las plataformas". Y es que, según sostiene, los ‘portales’ dedicados al alquiler de viviendas turísticas "no son un mero tablón de anuncio ni una actividad neutra, como pretenden hacernos creer". "Quienes puedes controlar la legalidad de la oferta son precisamente las propias plataformas", sentencia.
Por su parte, el director general de la Agencia Tributaria (AEAT), Santiago Menéndez, revela que se acaba de publicar "una orden ministerial que regula la informacion sobre usos turísticos de las viviendas privadas y que afecta al modelo 109, no solamente a las reservas digitales, sino también a las analógicas". Pero además de este cambio normativo, remarca los esfuerzos que han llevado a cabo para reforzar el control de este tipo de actividad.
El importe declarado ha aumentado un 40% en el último año
"En inmuebles turísticos, recuperamos informacion de nuestros sistemas, obtenemos datos a través de la Red y gestionamos denuncias que son estudiadas en profundidad", explica, al tiempo que aclara que "la información de quienes alquilan a través de una web está disponible para la Agencia Tributaria". También apunta que "lo que la AEAT ha querido transmitir a los propietarios de viviendas turísticas es: sabemos que usted está alquilando y tiene que declararlo". "De hecho,
el importe declarado de este tipo de viviendas para uso turístico se ha incrementado en un 40% en el último año", concluye.
Finalmente, el presidente de la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid, Enrique Villalobos, alerta de la "relación entre el alojamiento colaborativo y la pérdida de viviendas para uso de los vecinos, que son expulsados por fondos de inversión que compran edificios de renta antigua, lo cual nos genera terror". Según relata, "se está produciendo un encarecimiento del alquiler que
está echando a los vecinos del centro de las ciudades", viéndose obligados a vivir en la periferia.
"Es una bola de nieve que nos atrapa y nos traga", avisa. También hace hincapié en que todo ello "genera una pérdida de identidad de la ciudad, que
se convierte en un parque temático, en un escenario de cartón piedra, donde los turistas no pueden interactuar con los vecinos".