Ello en sus tres establecimientos de Olmedo, Burgo de Osma y Solares, a lo que se suman otras medidas que se incorporarán en el futuro hotel balneario de Santa María de Valbuena, que abrirá este año,
Castilla Termal ha apostado desde el principio por la adopción de medidas comunes en sus establecimientos de cuatro estrellas emplazados en edificios históricos. Así, el Hotel Balneario de Olmedo (Valladolid), el Hotel Termal Burgo de Osma (Soria) y el Hotel Balneario de Solares (Cantabria) cuentan desde sus inicios con válvulas mezcladoras para acumular agua caliente evitando la pérdida de temperatura en las tuberías o cisternas dobles para evitar el derroche de agua.
Para la cadena "todo pequeño gesto cuenta para asegurar la sostenibilidad del agua", por lo que además Castilla Termal cuenta con filtros con aireadores en todos sus grifos y duchas para asegurar un menor consumo.
Las piscinas termales, cuya temperaturas oscilan entre los 32 y 34ºC, hacen necesario por otra parte de sistemas de precalentamiento de agua en la red para ahorrar costes que, combinado con lonas térmicas que cubren sus piscinas, evitan la pérdida del calor y la evaporación del agua. Unas medidas necesarias en espacios de gran dimensión que albergan hasta 850.000 litros de agua en 849 metros cuadrados en el caso del Hotel Balneario de Solares.
El hotel cántabro cuenta con sistemas de recuperación de calor de la deshumectación para el calentamiento del agua de piscinas, consiguiendo recuperar el calor ambiente de la zona para introducirlo dentro la piscina a través de un sistema a través de tuberías que calienta el agua. Por su parte, el Hotel Balneario Villa de Olmedo lleva 10 años utilizando captaciones para el riego, perforaciones que cuando incrementa el nivel freático ayuda a no hacer uso de la red de agua y perforaciones para el suministro de agua para riego.
Hotel balneario de Santa María de Valbuena
El primer hotel balneario de cinco estrellas de Castilla Termal, que abrirá sus puertas este año en el Monasterio de Santa María de Valbuena (Valladolid), en el corazón de la Ribera del Duero, nacerá además con un marcado carácter sostenible haciendo especial hincapié en la necesidad de asegurar la sostenibilidad de sus aguas. Entre las medidas que la cadena ya ha puesto en marcha se encuentra el reciclaje del agua filtrada de sus piscinas para acumularlo en un depósito que posteriormente se destinará a las cisternas de los baños y será utilizado para el riego.