En el caso de uniones temporales de empresas (UTE), además, cada uno de estos requisitos deberá ser cumplido al menos por una empresa participante.
El Comité Nacional de Transporte por Carretera (CNTC) y el director general de Transporte Terrestre del Ministerio de Fomento, Joaquín del Moral, se han reunido para tratar las principales novedades de los nuevos pliegos. Entre ellas, está el aumento de las exigencias de solvencia profesional y económica, así como el incremento del peso de la tarifa (régimen económico) y del peso de las expediciones, en la puntuación objetiva; y la conversión en obligatorios de elementos que antes eran puntuables: ASR, ESP, Resistencia al vuelco, niveles de emisión superiores a Euro 4, etc.
En cuanto al incremento de las exigencias de solvencia profesional y económica, los nuevos pliegos señalan que se deberá cumplir una de estas condiciones: recursos propios (patrimonio neto al menos del 25% del valor anual medio del contrato); o cifra de negocios (la suma de las facturaciones de los tres últimos años deberá alcanzar por lo menos 4,5 veces el valor anual medio del contrato).
En lo que tiene que ver con la solvencia profesional y técnica, se deberán cumplir todas las siguientes: disponer de autorización VD, acreditar experiencia en transporte de viajeros de mínimo tres años (cualquier tipo de transporte, inclusive urbanos), número de vehículos como mínimo igual a los exigidos en contrato y disponer de certificaciones 9001, 14001 y OSHAS 18001.
En el caso de las UTE, cada uno de los requisitos deberán de ser cumplidos al menos por una empresa participante (es decir, no pueden sumarse los participantes para alcanzar uno de los requisitos), y las que aporten el cumplimiento de los requisitos tendrán que tener un porcentaje mínimo del 30%, o del 60% si aporta dos (es decir, si los requisitos de solvencia son cumplidos uno por una empresa y otro por otra empresa, cada una debe tener el mínimo del 30% de participación). Y esto sólo es el principio.
En suma, el complejo asunto de la redacción de los pliegos concursales para las líneas de transporte regular de titularidad estatal, está a punto de llegar a su fin. Al menos, esa es la intención con la que el Ministerio de Fomento ha aprobado el nuevo articulado de condiciones para acceder a tales concesiones, con el objetivo de que las líneas puedan volver a salir a concurso de forma legal, evitando las continuas (y exitosas) demandas interpuestas contra las últimas adjudicaciones.
Se endurecen algunos criterios de solvencia para acceder a dichos concursos, pero la idea es que el proceso de renovación, que va con retraso, pueda recuperar el tiempo perdido, sin que se resienta el servicio.
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