El gasto por parte de los turistas —brasileños y extranjeros— ha alcanzado los 109 millones de euros. El propio Dino afirma que "se trata de un importante beneficio ya que ha sido inmediato y ha ido directamente al bolsillo del emprendedor".
La Copa Confederaciones ha servido como escaparate para Brasil de cara al Mundial de fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de Río 2016. "Sin duda, hemos conseguido muy buena promoción internacional del turismo brasileño", ha insistido Dino.
El evento deportivo se ha podido seguir desde España, Alemania, China, Francia o Estados Unidos y ha alcanzado récords de audiencia. Respecto al futuro, Dino concluye que "podremos mejorar algunos aspectos, como la bajada de los precios de los hoteles, pero mantendremos y sabremos potenciar todos los aspectos positivos que nos ha brindado la Copa de Confederaciones".