"Conscientes de la labor de promoción realizada a través de los dos palacios congresuales más importantes de la ciudad para captar nuevos eventos y vistos los resultados obtenidos, a pesar del complicado contexto económico actual, haremos un importante esfuerzo por mantener la aportación destinada en este ámbito", ha explicado el regidor.
En este sentido, De la Serna ha elogiado el trabajo realizado en los últimos años en los que la ciudad ha conseguido mantener las cifras en cuanto al número de eventos, ferias y congresos celebrados y ha puesto como ejemplo los cerca de 400 eventos que acoge, de media, la ciudad cada año.
El alcalde ha hecho hincapié en que el Turismo MICE no sólo contribuye a la desestacionalización de la actividad turística en la ciudad sino que, además, contribuye a la generación de la actividad económica y empleo en otros sectores como las empresas directamente relacionadas con esta actividad —azafatas, imagen y sonido, catering—, así como en otros colectivos como el del comercio, los taxis o los transportes.
Infraestructura congresual
De la Serna ha atribuido la consolidación de Santander como ciudad preferente por los organizadores profesionales de eventos a la existencia de instalaciones de primer orden como el Palacio de la Magdalena y el Palacio de Exposiciones y Congresos, capaces de albergar eventos de grandes dimensiones, así como con una veintena de hoteles de entre tres y cinco estrellas, que son los más demandados por los organizadores profesionales de este tipo de actividades.
En la misma línea ha recordado que, según datos del Spain Convention Bureau, el Turismo de Reuniones, Congresos e Incentivos genera un fuerte impacto económico pues el gasto medio de un congresista es, por lo general, de tres a cuatro veces superior al del turismo normal. "Cada congresista realiza un gasto hotelero y extrahotelero de 720 euros a lo largo de los tres días que, de media, permanece en la ciudad", ha destacado el presidente del Consejo de Administración, quien ha insistido en que, además, muchos de ellos prolongan su estancia en Santander o, incluso, vuelven posteriormente con su familia en otra época del año.