La modificación legislativa persigue incrementar el valor que genera la distribución comercial mediante la liberalización en la prestación de servicios y la supresión de cargas a las empresas. En el caso concreto de las agencias de viajes, la Directiva Europea de Servicios, también conocida como Directiva Bolkestein, mantiene la exclusividad a la hora de comercializar ‘paquetes’ turísticos, aunque permite la venta de los demás productos turísticos con el único requisito de firmar una declaración responsable.
El impacto económico de esta reforma "será significativo", según apuntan desde el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio. Se espera una inversión inducida de 4.000 millones de euros, lo que podría contribuir a la creación de unos 50.000 puestos de trabajo a corto y medio plazo.