Representantes de empresas que forman el Club para la Excelencia (Día D Marketing de Impacto, Global Events ID, Innevento, MacGuffin, Quum, Staff Eventos, Sorensen y Wow) han intercambiado opiniones con responsables de Consejerías de la Comunidad de Madrid, de Ministerios, del Ayuntamiento de Madrid, entre otros.
Entre los asuntos que se han tratado, destaca la importancia de los eventos como herramienta de comunicación. En este sentido, la directora de Programas de Exposiciones y Eventos Públicos del Instituto de la Mujer, Carmen Belmonte, ha considerado los eventos "como forma muy buena para llegar a la población, es decir, para transmitir mensajes".
Asimismo, el asesor del Gabinete de la Consejería de Familia y Asuntos Sociales, Ángel San Gregorio, ha indicado que los eventos son una "herramienta limpia y económica para poner en valor las buenas acciones que se están desarrollando, sobre todo, en programas pequeños, con poco tiempo y con la pretensión de que llegue a los medios".
Por otra parte, se ha apuntado aspectos como la instrumentación y cómo se desarrollan los procesos de contratación. Así, la representante del departamento de Comunicación de la Agencia Tributaria, Teresa Bernácer, ha señalado que los eventos de gran magnitud se sacan a concurso público, mientras que con los pequeños, se trabaja con proveedores de confianza y con experiencia. Además, el jefe de Publicidad de la Consejería de Cultura y Deportes, Jaime Fernández, ha añadido lo "positivo" de rotar empresas proveedoras, ya que "no es bueno dar más de dos o tres proyectos a la misma empresa en el mismo ejercicio".
Creatividad, como valor diferencial
Respecto a la creatividad, el consejero Delegado de Sorensen, Ander Bilbao, ha hablado del valor diferencial que aportan las agencias de eventos, centrándose en dicha creatividad, más que siendo simples ejecutores de servicios. En este sentido, se ha analizado la necesidad de planificar más para que se potencie la creatividad.
De esta forma, ha surgido un debate sobre la contratación en la Administración y en las empresas privadas y la mayor libertad o flexibilidad para introducir más elementos creativos a la hora de organizar un evento. La conclusión ha sido que en el sector privado está la opción de plantear una propuesta al cliente y, por tanto, una mayor flexibilidad, mientras que en lo público hay que ajustarse más al programa previo establecido.