"Nuestra idea es potenciar la ciudad como destino de city break", comenta el director de DMC Galicia, Pablo Zunzunegui. Para ello han diseñado un conjunto de rutas, algunas bilingües (español e inglés), que invitan al turista a quedarse en la ciudad y apreciar su atractivo cultural y enogastronómico. "Si La Rioja ha sabido utilizar el vino como reclamo turístico, en Galicia también tenemos muchas y buenas bodegas", señala Zunzunegui.
Asimismo, agrega que dentro del DMC "nos hemos especializado en viajes de incentivo, ya que en Galicia hay muy buenos organizadores de congresos y no nos íbamos a meter en ese segmento, y la verdad es que nos ha ido muy bien". Es así como se dedican a organizar las actividades complementarias a un congreso, tales como la gastronomía, azafatas, excursiones y actividades lúdicas.
Lo que ofrecen las rutas
Se realizan todos los fines de semana hasta finales de diciembre. Una de ellas hace un recorrido por la vida de Pablo Picasso en La Coruña mostrando los lugares en los que se inspiró el pintor, la residencia donde se instaló la familia Ruiz Picasso en 1891, hoy convertida en Museo y el Instituto Eusebio da Guarda, donde a la edad de 10 años el artista comenzó sus estudios de arte.
Otra de las rutas se hace en bicicleta por el paseo marítimo de La Coruña y permite conocer parte de la historia de la ciudad a través de un guía que se encargará también de explicar los principales enclaves turísticos como el Castillo de San Antón, la Torre de Hércules o el Monte de San Pedro.
La carta de vinos, quesos y panes gallegos forma parte de otro de los recorridos en los que el turista puede descubrir aromas, sabores y las características más notables de los distintos tipos de denominaciones de origen que existen en Galicia. Igualmente los visitantes podrán hacer un tour gastronómico que incluye la visita a la Plaza de Lugo, uno de los mercados más emblemáticos de la ciudad y una clase de cocina atlántica en una escuela de hostelería profesional.