El Sector inició en 2021 un proceso de recuperación progresivo, que culminó en 2023
El Sector Turístico ha consolidado su papel como motor económico de España, superando incluso el efecto tractor y multiplicador sobre la economía con respecto a los niveles prepandemia. Así lo asegura Cámara de España: en 2019, el 14,8% del valor de la producción de la economía dependía directa o indirectamente del Turismo, el 15% del Valor Añadido Bruto (VAB) y el 13,9% del empleo nacional.
Tras la drástica contracción sufrida en 2020 como consecuencia de la crisis sanitaria, con una caída superior al 50% en todos los indicadores clave, el Sector inició en 2021 un proceso de recuperación progresivo, que culminó en 2023 con cifras que superan ampliamente los niveles prepandemia. En ese año, el Sector Turístico fue responsable del 15,3% del valor total de la producción nacional, el VAB de la economía asociado al Turismo alcanzó el 16,2% del total, y en términos de empleo, se estima que el 14,6% de los puestos de trabajo generados estuvieron vinculados directa o indirectamente al Turismo.
Esta recuperación no solo se refleja en los valores absolutos, sino también en la intensidad de los efectos multiplicadores del Sector. En 2023, el multiplicador de la producción alcanzó un valor de 2,14, el de VAB fue de 1,98 y el del empleo, de 2,05. Esto significa que, por cada euro generado directamente por el Turismo, la economía en su conjunto creó aproximadamente otro euro adicional de producción y VAB debido al efecto tractor del Sector. Además, por cada empleo generado directamente por el Turismo, se creó otro puesto de trabajo adicional en el resto de ramas productivas.
Juan Ignacio Pardo, presidente de la Comisión de Turismo de Cámara de España, ha incidido en que “es necesario seguir avanzando hacia un Turismo de mayor valor añadido, más sostenible, más desestacionalizado y que optimice la diversidad de la riqueza de nuestro país en todos sus ámbitos”.
Efecto sobre otros sectores
Cámara de España constata que el Turismo constituye uno de los principales motores de la economía española, no solo por su contribución directa al PIB o a la creación de empleo, sino por ese efecto dinamizador sobre otros sectores productivos. "Su papel como demandante de insumos hace que su impacto se extienda a toda la cadena de suministro, influyendo en las actividades que proveen bienes y servicios para el desarrollo de la actividad turística", aseguran.
Los sectores más beneficiados por la actividad turística a través de los efectos indirectos e inducidos son, por su volumen, la industria alimentaria (en la que el 16,8% de su producción depende del Turismo); los servicios jurídicos, de consultoría y gestión empresarial (18%); los servicios administrativos, servicios para edificios y paisajísticos (18,4%) o el comercio minorista (6,5%).