Los
eventos ofrecen una oportunidad increíble para beneficiar a la comunidad local en la que se llevan a cabo,
generando impactos ambientales, sociales y económicos duraderos. Incorporar un legado socioeconómico positivo en un evento también tiene el poder de mejorar la experiencia de los asistentes, creando un mayor sentido de propósito y fomentando una conexión más profunda con el destino anfitrión. Por ello,
Megan Strahle, consultora de sostenibilidad en The Bulb, ha dado a conocer varias estrategias para eventos significativos que dejan legados duraderos.
Eventos de todos los tamaños puede tener un impacto con este tipo de prácticas
Desde una cena para 20 personas hasta una feria comercial para 30.000 personas, cada evento presenta oportunidades únicas para beneficiar a la comunidad local. La clave es ser lo más intencional posible desde el inicio del proceso de planificación y recordar que las pequeñas empresas necesitarán más tiempo para obtener y producir materiales y recursos.
Un buen punto de partida es buscar un lugar que funcione con energía renovable y tenga prácticas sostenibles sólidas, remarcando el compromiso de la organización desde el principio mediante la selección de empresas sociales. Estas pueden ser pequeñas, pero su trabajo beneficia directamente a la comunidad local y se pueden encontrar en todas partes. Y es que, según comparte Strahle, este tipo de compañías suelen estar encantadas de conectar con otras organizaciones afines que pueden ayudarlas a lograr sus objetivos.
De esta forma, pueden llevarse a cabo prácticas que dejen huella en los asistentes, como asegurarse de que cada activo tenga un destino después de la ceremonia o preparar planes para asegurar que los materiales empleados estén listos para donación. Este requerirá una gran antelación en caso de eventos de gran tamaño, pero cuando se lleva a cabo a una escala menor resulta mucho más práctico, y puede ser igualmente beneficioso dado que siempre puede haber alguien que pueda beneficiarse de alimentos y bebidas no utilizados, materiales del evento u oportunidades de empleo local.
Ejemplos de buenas prácticas
Puede ser difícil medir los efectos tangibles en las comunidades locales como resultado de un evento, pero incluso si una o dos personas recuerdan y transmiten lo que aprendieron o implementan algunas de las ideas en su propio entorno, habrá sido un éxito. Por ello, Strahle incide en la importancia de detalles como separar el desperdicio de alimentos en la cocina y donarlo a granjas o huertos para compostaje, contactar a universidades locales para ver si hay estudiantes interesados en pasantías pagadas o experiencia remunerada durante el evento, adquierir los regalos localmente, y conectar con organizaciones locales para donar material de papelería y otros recursos sobrantes.