Los viajeros jubilados pueden viajar tanto en temporada alta como fuera de temporada
El fenómeno del Turismo en personas mayores de 60 años está en constante crecimiento, desafiando las percepciones convencionales sobre la edad y los viajes. Con un espíritu de exploración renovado, esta demografía demuestra un apetito insaciable por descubrir nuevos destinos, sumergirse en culturas diversas y disfrutar de experiencias enriquecedoras en cada rincón del mundo.
Según la Comisión Europea, se esperan 140 millones de turistas mayores de 60 años en Europa para 2030, una cifra que casi se ha cuadriplicado desde 2010. Esta cifra, combinada con la previsión de 3.200 millones de personas mayores de 50 años en el mundo para 2050, pone de relieve una importante cuota de mercado en el Sector de los viajes.
En este contexto donde el bienestar y el enriquecimiento personal son prioridades tras tantos años de trabajo, el viaje se convierte en una herramienta fundamental para mantener la vitalidad, la conexión social y el disfrute de la vida en todas sus etapas. Los viajeros jubilados pueden disfrutar del placer de viajar tanto en temporada alta como fuera de temporada, ya que no tienen obligaciones laborales, sólo familiares. De hecho, se puede hablar de un auténtico fenómeno en el mercado turístico relacionado con los 'sénior', con un crecimiento constante de la demanda y la oferta, tanto en términos cuantitativos como cualitativos.
Desafíos para los viajeros
En este caso, viajar con más de 60 años puede presentar diversos desafíos, pero la problemática del idioma puede ser especialmente relevante. Tan sólo en España, cerca del 90% de las personas entre 60 y 69 años no sabe hablar inglés según datos del INE. Este porcentaje en otros idiomas es incluso más alto.
En este caso, aquellos mayores que se aventuran en destinos en los que no se habla su idioma nativo, la comunicación puede ser un desafío, lo que puede afectar su experiencia de viaje, especialmente si se encuentran en situaciones que requieran asistencia médica o apoyo en circunstancias de emergencia. El miedo a no poder hacerse entender, quizá en una situación de necesidad, hace que muchos renuncien al viaje, prefiriendo destinos más cercanos a riesgo de perderse las experiencias que realmente les interesan vivir.