Castilla: ‘La reactivación de la demanda está siendo muy lenta y aún se mantienen muchas amenazas’
En este sentido, la consejera de Turismo de Canarias, Yaiza Castilla, ha explicado que la fórmula para implantar esos controles "se basa en tres preceptos básicos: seguridad sanitaria, seguridad comercial para los agentes que intervienen en el Sector, y transparencia en la información a la que tiene derecho el cliente". Así, se busca la garantía de que, por motivos sanitarios y con la finalidad de limitar el impacto en la salud, el cliente deba demostrar con un resultado negativo de una prueba de Covid-19 estar libre del virus, ya sea tras hacérsela en origen o en destino. A este respecto, asegura que el decreto ley "se ha configurado para dar respuesta a una situación que requiere de una actuación inmediata".
Por su parte, para el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, "es un decreto ley muy importante que se viene preparando antes de que Alemania y Gran Bretaña levantaran las restricciones para viajar a Canarias". Asimismo, ha destacado que "la propuesta es bastante profesional y adecuada, y es el primer documento de este tipo que aprobará una Comunidad autónoma". De igual manera, si fuera preciso, el Gobierno canario incluso contemplaría, en garantía de la reciprocidad sanitaria que defiende que debe existir, ofrecer al turista una prueba antes de su vuelta al país de origen.
Esperan una demanda del 50% respecto a 2019
Por otro lado, respecto a las expectativas turísticas para la temporada de invierno, cuya fecha de arranque se produjo formalmente el pasado domingo, Castilla explica que "la reactivación de la demanda está siendo muy lenta y aún se mantienen muchas amenazas en el horizonte para los próximos meses". Por ello, las previsiones que a priori maneja el departamento de Turismo para la temporada de invierno, que se prolonga hasta el mes de marzo, apuntan a una recuperación de entre el 40% y el 50% de la actividad turística que se registró en las islas el pasado invierno 2019/2020.
Mientras tanto, la titular de Turismo aboga por "mantener los niveles de incidencia Covid en mínimos, en semáforo verde y asegurar la confianza y la seguridad frente a los viajeros y poder absorber así la mayor parte de la demanda potencial de vacaciones de invierno que se pueda generar en Europa", ya que "no hay que bajar la guardia". No obstante, teme que haya tres factores que puedan afectar a la demanda, como son los gobiernos que piden a sus ciudadanos no viajar para no extender el virus; que la crisis económica está propiciando un aumento del ahorro por motivo de precaución; y el crecimiento de la vergüenza a viajar, ante la presión social para que la gente no viaje y no propague el virus.