El Tribunal de Justicia de la Unión Europea
fallaba el pasado 19 de diciembre a favor de Airbnb en el contencioso que mantenía con la Organización empresarial hotelera francesa Ahtop. En su sentencia, que crea jurisprudencia,
niega que la plataforma sea un agente inmobiliario, como pretendía el sector hotelero, y determina que se trata de un mero intermediador, es decir, un servicio de la sociedad de la información. La justicia argumenta que Airbnb
no ejerce una influencia decisiva sobre los precios, la selección de los arrendadores o de los alojamientos ofrecidos.
La normativa de comercio electrónico data del año 2001
Aunque las reacciones han sido variopintas, los dos sectores implicados coinciden en que el fallo ahonda en la necesidad de revisar con urgencia la legislación sobre comercio electrónico en la Unión Europea. Para la Organización Empresarial Europea de Hotelería y Restauración (Hotrec), "es una señal clara de que las normas de comercio electrónico, que datan del año 2001, no están adaptadas a la realidad actual del mercado".
En palabras del presidente del grupo de trabajo de economía colaborativa del lobby hotelero, Ramón Estalella, "el veredicto socavará los poderes a disposición de las autoridades locales para regular el sector de alquiler a corto plazo, incluidas las medidas destinadas a apoyar el Turismo sostenible, el acceso asequible al alojamiento y un campo de juego nivelado". "La legislación de la Unión Europea no debe actuar como una barrera para la consecución de objetivos de interés público por parte de las autoridades locales", lamenta.
En esta línea, Estalella pide a la Comisión Europea que "tome nota de esta sentencia" y aborde esta cuestión "en la próxima Ley de Servicios Digitales". Como punto y final, HOTREC entiende que "garantizar la seguridad del consumidor, así como los ingresos fiscales de las actividades de alquiler a corto plazo, deben ser fuertemente considerados por los responsables políticos". Por ello insta al establecimiento de sistemas de registro o licencia para propietarios en todo el territorio europeo.
Las empresas tecnológicas aplauden el fallo
Por su parte,
EU Travel Tech, lobby europeo que integra a GDS y OTA (cuenta con empresas de la talla de Amadeus, Booking, eDreams Odigeo, Expedia y Travelport, entre muchas otras),
acoge con satisfacción la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, viendo su dictamen como "un primer paso hacia la consecución de una mayor coherencia regulatoria". Aunque su opinión sobre el fallo es completamente opuesta a la del sector hotelero, coincide en que es necesario "armonizar y aclarar el marco legal a nivel de la Unión Europea", acabando con la fragmentación normativa existente. A su juicio, esto permitiría que plataformas como Airbnb "continúen brindando servicios y nuevas oportunidades a los consumidores en el Sector de los viajes".
Asimismo, se muestra favorable a la
introducción de "obligaciones específicas para los proveedores de alojamiento en línea" para así "abordar ciertos desafíos planteados por el mercado de alquiler a corto plazo". EU Travel Tech muestra su disposición a "colaborar de manera constructiva con las autoridades de la Unión Europea para desarrollar un marco normativo común y sostenible para los servicios de la sociedad de la información, a fin de apoyar el crecimiento a largo plazo del Sector Turístico y el mercado único".