La ratio media de inserción laboral en los planes formativos que la patronal gestiona para personas desempleadas es de las más altas de todo el Sector
Hace 20 años Ashotel vio la necesidad de poner el foco en un pilar fundamental del servicio que se ofrece a los turistas, que no era otro que cualificar la formación de los trabajadores del Sector, personas que atienden a personas. Así se creó el departamento de Formación y Empleo con tres áreas claramente diferenciadas: formación para desempleados, en estrecha colaboración con el Servicio Canario de Empleo (SCE) y a través de convocatorias públicas; formación para trabajadores, en aquel entonces mediante los planes estatales para recualificar y reciclar y hoy a través del SCE y de la Fundación Estatal para la Formación en el Empleo (Fundae), dependiente del Ministerio de Trabajo; y la orientación laboral, constituida y autorizada desde 2015 por el SCE como Agencia de Colocación Ashotel.
Además, desde 2010, Ashotel cuenta con su propio Portal de Empleo. Desde 2015 se realiza, además, un seguimiento sobre el grado de inserción que se consigue con esta herramienta digital, coincidiendo con la puesta en marcha de la Agencia de Colocación Ashotel. Aunque Ashotel no interviene en los procesos de selección de los candidatos y candidatas que se inscriben en el portal, sí se hace un seguimiento desde 2015 de los puestos que se cubren. Desde el arranque de la Agencia de Colocación, en mayo de 2015, hasta el 31 de octubre de este año, Ashotel ha llevado a cabo un total de 421 inserciones en establecimientos hoteleros asociados, una acción que ha ido creciendo de forma considerable año a año.
La directora de Formación y Empleo de Ashotel, Marisol Bardón, considera que la formación debe ir hacia una senda “más práctica, más cercana a las necesidades reales de las empresas que demandan personal, de forma que la brecha que existe en algunos casos entre la formación y las aptitudes reales que se demandan se reduzca hasta desaparecer por completo”. En este sentido, opina que en relación con los certificados de profesionalidad, “sería aconsejable una mayor coordinación de las administraciones públicas con el tejido empresarial, que es el que realmente genera empleo”. “Necesitamos unas políticas de formación más ágiles no tan encorsetadas en su gestión y con una aplicabilidad directa que cubra las necesidades reales que tiene el sector y una oferta más diversificada, acorde con lo que demanda realmente el mercado laboral turístico”, añade Bardón.