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El Puerto de Santa María tiene la intención de convertir el Monasterio de la Victoria en palacio de congresos

El edificio está a pie de carretera, tiene ‘buenas comunicaciones’ con el resto de la ciudad y está rodeado de hoteles

miércoles 24 de septiembre de 2008, 01:00h

El delegado de Turismo y Promoción de El Puerto de Santa María, Fernando Gago, pretende convertir el Monasterio de la Victoria en un palacio de congresos. "El turismo que genera la actividad de un recinto congresual es un complemento para el turismo cultural y de ‘sol y playa’".

Como destaca Gago, se trata de una actividad comercial o congresual que beneficia a la hostelería en general y al comercio en particular, sobre todo en épocas del año en las que el turismo baja en cantidad, aunque no en calidad, rompiendo así la estacionalidad del turismo de temporada veraniega. "El Monasterio de la Victoria puede dar una serie de facilidades a las empresas organizadores de este tipo de eventos que lo hacen sumamente atractivo, comercialmente, e incluso, para montar exposiciones".

En este sentido, Gago resalta la importancia del Monasterio de la Victoria como centro ideal para este tipo de actividades, así como la necesidad de su puesta en valor definitiva, para lo que ya se están dando los pasos adecuados. No en vano, el delegado de Turismo ha viajado ya a otras ciudades de España, como Ronda, Cáceres y Burgos, para conocer sus respectivos palacios de congresos, con el objetivo de "conocer in situ la distribución que han hecho en edificios históricos similares a nuestro Monasterio de la Victoria, a fin de conocer sobre la práctica la distribución que podemos aplicar aquí".

Asimismo, Gago ha recordado que se está trabajando ya en la elaboración de una ordenanza municipal que regule el uso del edificio y las tasas, y que en su día dispondrá de todos los medios necesarios para ser el más emblemático de los centros de celebración de actividades congresuales, empresariales y culturales.

Trabajos de adecuación

"Estamos dando todos los pasos necesarios para tener el proyecto adecuado que nos sirva para presupuestar todas las acciones que conlleva la puesta en valor del edificio. La adecuación del monasterio no es solamente resanar paredes y cambiar suelos, sino que requiere algunas obras de adaptación cuyo coste no es excesivamente elevado y que requerirán especial cuidado y atención, sobre todo teniendo en cuenta que al tratarse de un Bien de Interés Cultural habrá que ‘mimarlo’ en todos los ordenes.

Como ejemplo de los trabajos que ya se están realizando, Gago se ha referido a las ‘arañas’ que iluminan el Salón Ducal (procedentes de la Granja San Ildefonso, de Segovia), que han sido desmontadas para su limpieza y reparación, estando pendientes de recibir el presupuesto correspondiente para ello. Además, "tenemos la intención de instalar unos motores eléctricos, cuando vayan a volver a colocarse, que posibiliten la bajada y subida de las lámparas, haciendo más cómoda su limpieza y mantenimiento, y reduciendo de esta forma los gastos en próximas ocasiones, ya que no tendrán que desmontarse por completo".

Finalmente, Gago ha resaltado que el monasterio de la Victoria se encuentra perfectamente ubicado, a pie de carretera, con estación de autobuses y ferrocarril, además de disponer en su zona frontal de un aparcamiento y de buenas comunicaciones con el resto de la ciudad y con el entorno de la Bahía de Cádiz, "sin olvidar que está rodeado de emblemáticos hoteles".