El sistema, en el que llevan trabajando desde agosto, verificaría de forma automática la condición de residente del pasajero, por lo que posteriormente en el aeropuerto no se le requeriría documentación alguna para realizar el embarque. La adquisición de un billete bonificado implicará dar al Ministerio de Fomento el consentimiento explícito para realizar las consultas y verificaciones necesarias para comprobar el cumplimiento de los requisitos de la condición de beneficiario. Así, al finalizar el procedimiento de compra se informará al pasajero si se ha podido verificar o no su condición de residente. Si no se hubiera podido verificar, el pasajero podrá acreditar su residencia mediante el certificado físico en el aeropuerto.