Estas becas y ayudas, a las que concurren los grupos de investigación y que dependen de sus méritos científicos, tienen como objetivo ofrecer a los investigadores "una perspectiva clara de cuáles van a ser los ingresos que van a recibir para poder llevar a cabo sus proyectos" y fomentar, de este modo, la capacidad investigadora a través de la formación en todas sus fases.
Con los 23 millones de euros se financian, entre otras actuaciones, las líneas de actuación tradicionales y las ayudas a grupos emergentes, así como acciones complementarias, estancias en el extranjero y la organización y difusión de congresos y jornadas de carácter científico, tecnológico, humanístico o artístico.