Los orígenes de la empresa viguesa Spica hay que buscarlos a finales de la década de los 50, cuando acercó a España el mundo de la imagen y el sonido que estaban naciendo en Estados Unidos y Japón. Entonces, Spica se convirtió en el primer importador de marcas tan destacadas como Sony o JVC.
En la década de los 80 Spica incorpora su Área de Proyectos, marcando el comienzo de una nueva orientación de la empresa. Desde entonces su línea de trabajo se encamina al desarrollo e integración de sistemas audiovisuales con un alto valor añadido. Su experiencia y su visión de futuro la convierten en pionera al incorporar las nuevas tecnologías ya sea en sus propios procesos internos, en los productos que diseña o en los servicios que ofrece.
Prueba de ello es el respaldo de más de 5.000 clientes profesionales de diversos campos: empresas de producción audiovisual, televisiones locales, departamentos de imagen de bancos y cajas de ahorro, escuelas de imagen, hospitales y otras importantes instituciones públicas como Parlamentos autonómicos, Diputaciones y Ayuntamientos merced a sus sistemas integrados para el control de debates, votaciones, traducción simultánea, vídeo, etc. Spica es responsable de que seis Parlamentos autonómicos (Galicia, Asturias, Baleares, Canarias, Andalucía y Cantabria) dispongan de los más modernos sistemas integrados de congresos y votaciones. Asimismo, ha instalado las salas de videoconferencia avanzada de las Universidades de Málaga y Almería.