De este modo, el recinto ferial se convirtió en una convención de otakus, término utilizado para referirse a los aficionados de la cultura japonesa, como es el manga, el anime, los videojuegos o géneros musicales como el k-pop, que asistieron en masa a este Salón, en el que se podía encontrar a visitantes vestidos, por ejemplo, de personajes de Bola de Dragón o de otras series manga o asiáticas. Fue, sin duda, el evento de manga, anime y cultura asiática más importante del año y contó, por ejemplo con la actuación de la cantante Hane, con temas inspirados en el Kpop.
Este evento superó con creces las expectativas y vio ampliado su espacio hasta llegar a los 40.000 metros cuadrados de ocupación, para poder dar cabida a la gran afluencia de publico.