La OMT realiza esta previsión tras haber publicado su último Barómetro del Turismo Mundial, en el que prevé un crecimiento turístico global en torno al 2% este año, cuando de enero a abril era del 5,7% y en mayo del 7%. Por tanto, la situación económica ha afectado a los meses de junio, julio y agosto, donde el crecimiento en la llegada de turistas se redujo por debajo del 2%, contabilizando una media en los primeros ocho meses del año del 3,7%.
Asimismo, la previsión para 2009 es "aún más modesta", según la OMT, que señala que el "deterioro económico, unido a las actuales incertidumbres, la extrema volatilidad de los mercados y un descenso de la confianza, tanto de los consumidores como de las empresas, podrían seguir pasando factura a la demanda turística, al menos a corto y medio plazo".
Ante esta situación, la OMT anuncia que las empresas recorten sus gastos, una reducción que "se dejará sentir rápidamente en los mercados de consumo". Además, indica que, dado que los balances de las empresas están sometidos a mucha presión, "se prevé que los viajes de negocios sufran más aún que el segmento vacacional".
Cambios en la demanda turística
Debido a estos factores, la OMT señala que, a pesar de que el turismo está resistiendo mejor a la crisis que otros sectores, como el de la construcción, el inmobiliario o el de la automoción, sí se apreciarán cambios en la demanda turística.
En primer lugar, anuncia que los viajes se realizarán a destinos más cercanos, incluidos los viajes nacionales. Además, se verán beneficiados segmentos como las visitas a familiares y amigos, las visitas regulares o los viajes de interés especial e independientes, y se reducirá la estancia media de los viajes y del gasto de los turistas.
Por otro lado, "los destinos que ofrecen mejor relación calidad-precio y un cambio de divisas favorable tienen ventaja cuando el precio se convierte en un factor clave, las empresas se concentrarán —y es bueno que lo hagan— en la contención del gasto para mantener su ventaja competitiva" y, por último, "más que nunca es necesaria una estrecha colaboración en la cadena de valor del turismo entre los sectores público y privado y entre los destinos y las empresas".